La Liga Árabe discute hoy en El Cairo la posibilidad de imponer sanciones a Siria por la represión contra las protestas, en medio de versiones contradictorias de que Damasco habría aceptado observadores árabes para supervisar la situación.

 

 

Los cancilleres de la Liga Árabe examinan qué tipo de sanciones podrían imponer contra Siria por su negativa a aplicar el plan del organismo regional para poner fin a la violenta represión contra las manifestaciones, que empezaron a mediados de marzo pasado.

 

 

“La postura de los países árabes es casi unificada. Todos estamos de acuerdo (…) en que la situación no debe llevar a una guerra civil y en que no debe haber una intervención extranjera”, dijo un diplomático de la Liga Árabe, citado por medio locales.

 

 

“Hay muchas ideas y sugerencias respecto a las sanciones que se pueden imponer al régimen sirio, entre ellas prohibiciones de viaje para funcionarios sirios, congelación de transferencias bancarias y la paralización de proyectos árabes en Siria”, indicó.

 

 

La Liga Árabe, que durante décadas se ha negado a emprender acciones contra sus integrantes, ha amenazado a Siria con imponerle sanciones por incumplir el plan árabe que aceptó el pasado 2 de noviembre.

 

 

Este jueves, la Liga Arabe dio a Siria un día para firmar un protocolo que permite el ingreso de observadores al país o de lo contrario el organismo regional avanzará con sus planes de imponer sanciones económicas.

 

 

Las sanciones podrían incluir una suspensión de vuelos comerciales a Siria y de acuerdos con su banco central, dijo el enviado egipcio a la Liga Árabe, Afifi Abdel Wahab.

 

 

“Mañana viernes es el plazo para que Siria lo firme. Si no lo firman, el consejo económico y social (de ministros) se reunirá el sábado para discutir sanciones económicas”, afirmó.

 

 

Agregó que si Siria no rubricaba el documento, los ministros de Relaciones Exteriores se reunirán nuevamente el próximo domingo para revisar las sanciones propuestas.

 

 

Antes de la reunión de este jueves en El Cairo, el canciller iraquí, Hoshyar Zebari, había dicho que Siria había aceptado el plan de la Liga Árabe para enviar observadores al país con el objetivo de supervisar la situación en torno a las protestas.

 

 

“Siria ha aceptado plenamente el protocolo y podría ser firmado por el vicecanciller sirio, Faisal Mekdad”, indicó Zebari a la prensa coincidiendo con la reunión de la Liga Árabe.

 

 

Sin embargo, poco después la televisión estatal siria rechazó que su país haya acordado con la Liga Árabe permitir la entrada de observadores árabes en su territorio.

 

 

A finales de octubre pasado, la Liga Árabe presentó a Siria un plan de paz que prevé la retirada del ejército de las calles y un diálogo entre el régimen del presidente Bashir Al Assad y la oposición en El Cairo para poner fin a ocho meses de violencia.

 

 

La iniciativa árabe también prevé el cese completo de la violencia para proteger a los civiles, la liberación de los miles de opositores detenidos durante las manifestaciones contra el gobierno sirio y el retiro de las fuerzas armadas de las ciudades de Homs, Hama y Dara.

 

 

“Es lamentable que las autoridades sirias no hayan cumplido con este plan elaborado dentro de un marco árabe para evitar la intervención extranjera”, dijo el diario egipcio Al-Ahram.

 

 

El régimen del presidente Assad está sometido a una fuerte presión internacional por negarse a frenar su campaña de represión contra los opositores, que en ocho meses ha dejado más de tres mil 500 muertos, según cifras de las Naciones Unidas.