La Asamblea General de la ONU condenó hoy la represión del Gobierno de Siria contra la población civil y pidió el fin inmediato de la violencia que ya ha causado más de 3.500 muertos desde marzo pasado.

 

La Asamblea aprobó así, por primera vez, una resolución de condena a Siria con el voto favorable de 122 países, mientras que hubo 41 abstenciones y 13 votos en contra, como los de Irán, Bolivia, Ecuador Venezuela, Cuba, Nicaragua, Birmania o Corea del Norte, entre otros.

 

La condena de la Asamblea se produce después de que el Consejo de Seguridad, máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas, haya fracasado durante meses en hacer lo mismo por la oposición de China y Rusia, que hoy se abstuvieron.

 

“La comunidad internacional no puede permanecer en silencio ante lo que está ocurriendo en Siria”, señaló el embajador británico, Mark Lyall Grant, quien afirmó que “esta resolución es una respuesta única a los sucesos críticos que ocurren ahora mismo en Siria”.

 

El documento contó con el aval de 61 países, entre ellos seis árabes como Marruecos, Jordania, Arabia Saudí, Catar, Baréin y Kuwait, y en ella se subraya la negativa evolución de la crisis política que comenzó hace ocho meses en Siria y en la que se han contabilizado ya miles de muertes.

 

Así, la Asamblea condenó “enérgicamente las violaciones graves, continuas y sistemáticas de los derechos humanos por las autoridades sirias, como las ejecuciones arbitrarias”, así como el uso excesivo de la fuerza y la persecución y el asesinato de manifestantes y defensores de los derechos humanos”.

 

Igualmente exhortó a Damasco a “poner fin de inmediato a todas las violaciones de los derechos humanos; así como ejecutar el Plan de Acción de la Liga Árabe en su totalidad y sin demora”.

 

La Asamblea también pidió a Damasco ” Según la resolución -cuyo voto Siria intentó posponer sin éxito-, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, debe apoyar a la misión de observadores de la Liga Árabe en Siria, si así se lo solicitan.

 

La Liga Árabe, que ha propuesto a Damasco una iniciativa para acabar con la violencia, rechazó el domingo las condiciones de Siria para recibir a la misión de observadores árabes, que contempla el plan para resolver la crisis, una medida que en su configuración actual, según el régimen de Asad, “viola la soberanía nacional”.

 

Además, se espera que los ministros árabes de Exteriores se reúnan en El Cairo el jueves para decidir si imponen sanciones económicas y políticas contra Damasco.

 

En los meses que ha durado la represión en Siria, el Consejo de Seguridad ha sido incapaz de aprobar una resolución de condena a Damasco por la oposición de Rusia y China, que en octubre pasado ejercieron su derecho a veto en ese órgano para oponerse a un texto presentado por Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal.

 

Al veto ruso y chino se sumaron, además, las abstenciones de Brasil, India, Sudáfrica y Líbano, países que han mostrado repetidamente su reticencia a que el Consejo condene al régimen de Al Asad mediante un texto con el rango y la vinculación de una resolución.

 

“La Asamblea ha hablado en nombre del pueblo sirio y contra el régimen de Al Asad”, dijo la embajadora de EE.UU., Susan Rice, quien también consideró que “se envía el claro mensaje de que los abusos y las muertes no son una vía legítima para retener el poder”.

 

“Damos la bienvenida a esa decisión de condenar las graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos por parte de Siria”, indicó el portavoz de Amnistía Internacional en Nueva York, José Luis Díaz.