El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ingresó hoy en un hospital de Sao Paulo para comenzar el segundo ciclo de la quimioterapia contra el cáncer de laringe que se le diagnosticó el mes pasado.

 

Lula, de 66 años, usaba un sombrero negro y una camisa del mismo color cuando ingresó este lunes por una de las puertas laterales del Hospital Sirio Libanés, en compañía de su esposa, Marisa Leticia, y de su fotógrafo personal, Ricardo Stuckert.
El exmandatario recibió el pasado 29 de octubre un diagnóstico de cáncer en la laringe y dos días después empezó el tratamiento con quimioterapia en el mismo centro hospitalario, al que acude para chequeos médicos de rutina.

 

 

El secretario general de la Presidencia brasileña, Gilberto Carvalho, amigo personal de Lula, lo visitó en su habitación y relató a periodistas que el expresidente se ve bien y se encuentra animado para esta fase del tratamiento.
Según Carvalho, Lula “está entero, confiado, loco para volver a una tribuna” y espera que en febrero próximo, una vez termine el tratamiento, pueda retomar la vida pública y dirigirse a sus seguidores con el saludo “compañeros y compañeras”, habitual en sus discursos.
Carvalho agregó que Lula está más contento porque su equipo, el Corinthians, venció ayer 2-1 al Atlético Mineiro y está muy cerca de ganar el título de la liga brasileña.
“Después de aquel gol de ayer de Adriano, él está muy feliz”, comentó Carvalho sobre el ánimo de Lula, consejero vitalicio del Corinthians.
Según Roberto Kalil, médico personal de Lula, el expresidente tendrá que pernoctar hoy en el hospital y si no presenta ninguna reacción adversa a la quimioterapia podrá retornar el martes a su domicilio particular en Sao Bernardo do Campo, municipio de la región metropolitana de Sao Paulo.