En Michoacán el escenario electoral se complica y la disputa es bipartidista. Las últimas encuestas conocidas a unos días del cierre de campañas arrojan casi un empate técnico entre los dos candidatos punteros: el priista Fausto Vallejo y la panista Luisa María Calderón; ésta última con un repunte en los últimos días que acorta cada vez más la ventaja que tenía el abanderado del PRI.
 
La lucha por la gubernatura, de la que está fuera el candidato del partido gobernante, el perredista Silvano Aureoles, podría resolverse en un apretado final y con la posibilidad de impugnación y conflicto postelectoral latente.
 
El desplome del candidato del PRD ocurrido en las últimas semanas modificó la elección a tres tercios que se observó durante las campañas. Aunque los puntos que fue perdiendo Silvano Aureoles no se transfirieron todos a otro candidato, sí ha influido la caída del partido oficial en el repunte de la panista Luisa María Calderón; si a eso se añade el aparato federal que ha apoyado durante toda la campaña a la hermana del presidente y los recursos evidentes en su proselitismo, el resultado es que hoy Calderón pelea palmo a palmo la gubernatura al PRI.
 
Los priistas se han visto angustiados al reducirse la ventaja de su candidato Fausto Vallejo. Al arranque eran casi 15 puntos, pero conforme se desplomó el PRD y comenzó a subir el PAN la ventaja hace una semana era de seis puntos y ahora ya hay quienes hablan de menos de cuatro puntos lo que, en la práctica, podría significar un empate técnico, a pesar de los millonarios recursos públicos que varios gobernadores priistas de otros estados y el CEN de ese partido le han inyectado a la campaña michoacana.
 
Hay dos factores que definirán la elección en Michoacán ante lo cerrado de las encuestas: la fuerza de las estructuras de tierra de cada partido, traducida en la capacidad de movilización de votantes a las urnas el 12 de noviembre, día de las votaciones; y la decisión que tome el perredista Silvano Aureoles, al que han buscado los dos equipos de campaña, el del Vallejo y el de Calderón, para pedirle, los primeros, que se mantenga hasta el final en la contienda, y la segunda que decline a favor de ella en una alianza de facto antes de la jornada comicial.
 
Una declinación de Silvano, como la que le propone Luisa María Calderón con términos concretos de negociación, le daría un triunfo seguro a la candidata del PAN, que sumaría en el cierra los puntos que le pudiera aportar el PRD y que serían suficientes para pasar al candidato priista. En cambio, si Aureoles escucha las peticiones del PRI, que también le han ofrecido una negociación a cambio de que no decline, entonces las probabilidades de un triunfo priista el domingo 12 se incrementan. ¿Con quién se va Silvano: con el melón de Calderón o con la sandía tricolor?
 
NOTAS INDISCRETAS…
En Hermosillo, la ex trabajadora doméstica del gobernador Guillermo Padrés, Gisela Peralta, sigue presa. La joven de 27 años lleva 6 meses encarcelada por una acusación del gobernador de haberle robado “una maleta de dinero y joyas de él y su esposa”. A Gisela la detuvieron arbitrariamente, fue torturada, según denuncian sus familiares y estuvo varios días desaparecida. Para acusarla, el gobernador Padrés utilizó a los abogados y funcionarios del gobierno estatal y a varios abogados que han intentado defenderla los han intimidado y obligado a dejar el caso. Si a Padrés no le importaron 49 niños muertos en una guardería, qué más le da torturar a una empleada doméstica… Serpiente mandan los dados. Mal tiro.