Cada quien tuvo su momento estelar y cada cual buscó consolidar sus alianzas con miras a la sucesión presidencial. El punto de discusión fue el de la reelección de legisladores y alcaldes, que el PRI bateó desde su planteamiento, y logró abatir en la votación con una alianza prevista con Nueva Alianza y el  equipo ecologista.

 

Del otro lado, PAN y PRD agotaron procedimientos, discursos y el recurso legislativo. Sabían de antemano que, con su magra votación, sucumbirían frente a la aplanadora tricolor aderezada con neoaliancistas y ecologistas.

 

Así, con 171votos a favor, 237 en contra y 9 abstenciones, quedó desechada la inclusión de la reelección de legisladores de la Reforma Política en la Cámara de Diputados.

 

Luego de seis horas de discusión, los panistas insistieron en ofertar la reelección inmediata como un derecho ciudadano de premiar o castigar a sus legisladores, pero no consiguieron las dos terceras partes porque una porción del PRD también rechazó aprobar dicha reelección.

 

Cabe destacar que los legisladores Javier Corral, del PAN; César Augusto Santiago, del PRI, y Guadalupe Acosta Naranjo, del PRD, fueron los que protagonizaron la sesión, al utilizar cada uno -en promedio- una hora y  media en tribuna para argumentar los pros y contras de la reelección.

 

Naranjo llamó en tribuna a los priistas a explicar por qué la oposición a la reelección, “pero la postura oficial del PRI es que no se oponen, sino que quieren que se vote dentro de dos años y medio, en una consulta que no permite la Constitución”.

 

Pero ahora, agregó el perredista, “salen con que vamos a brincar ese escollo a través de un transitorio;  quiere regular un artículo que no existe, puesto que no existe reelección en los artículos transitorios. Los transitorios son para regular los artículos constitucionales”. Por lo tanto, “sólo quieren seguir rehuyendo el debate y la discusión”.

 

En el caso de la consulta popular, el PAN insistió en que ésta se realice en procesos electorales. El priista Jorge Carlos Ramírez Marín dijo que aceptar un proceso electoral y una consulta popular “equivaldría a un suicidio porque los partidos políticos no garantizan imparcialidad”.

 

En la votación, el dictamen quedó tal como se redactó en las Comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales: consulta una vez al año y no en periodo de elecciones.

 

A pesar de las críticas, el priista mexiquense Humberto Benítez Treviño destacó que el resultado final era bueno y que no estábamos ante una reforma política menor:

 

“Se reformaron 13 artículos de la Constitución, se adicionaron siete más. Si quitamos la parte dogmática, estamos reformando 20% del texto constitucional. No acepto que se diga que es una reforma trunca, mocha o desfasada”.

 

Pero el tema de la reelección seguía en la palestra. El PRI alegó que sus estatutos son claros: su partido no está a favor de la reelección y tampoco es cierto que todos los mexicanos apoyen esa idea. De ahí su propuesta para que en la primera consulta popular se someta el tema.

 

Felipe Solís Acero lo secundó: ¿Por qué la premura, por qué la resistencia a preguntar al pueblo? interrogó.

 

El panista Javier Corral respondió que se trataba de un derecho ciudadano para castigar o premiar a los legisladores.

 

Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández agregó a su vez que la sociedad mexicana está preparada para dar el paso a la reelección de legisladores.

 

No hubo manera. En el tablero se definió la caída de la reelección en esta reforma.

 

Para las próximas horas y días se incorporarán a la discusión de la Reforma Política otros temas polémicos, como el lugar donde deberá tomar posesión el presidente de la República electo. La bancada priista, por ejemplo, está dividida en el asunto.

 

Los perredistas, por su parte, están interesados en otro tema: la posibilidad de que se modifique la representatividad de la Asamblea Legislativa, uno de sus bastiones importantes.

 

En fin, habrá aún tela de dónde cortar en torno a las discusiones sobre la Reforma Política.