Antes de ser abatido a tiros por la policía capitalina en los carriles centrales de Patriotismo el pasado 29 de septiembre, el joven Miguel Ángel Muñoz Hernández disparó en 12 ocasiones una subametralladora de fabricación israelí en contra de los uniformados.
Según el informe pericial asentado en la averiguación previa FBJ/ BJ1T2/1856/11-09, iniciada tras el fallido asalto ocurrido el jueves en la zona sur de la ciudad, el delincuente de 28 años de edad, portaba una subametralladora tipo Uzi calibre 9 milímetros.
Se trata de un arma automática portátil pero de amplia cadencia de fuego, fabricada en Israel, con una capacidad de almacenamiento de hasta 50 cartuchos, los cuales pueden ser disparados en una sola ráfaga.
Autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informaron a 24 horas que los subfusiles tipo Uzi calibre .22 o .45 son comunes en el mercado negro; sin embargo, el modelo para cartuchos 9 milímetros es más extraño y de uso reservado del Ejército.
El tiroteo tuvo lugar cuando Muñoz, en compañía de dos sujetos más que son buscados por la policía, obligaron a una pareja a descender de su camioneta Honda CRV modelo 2006, segundos después de que abandonaron el estacionamiento de un supermercado.
Tras ser alertados de lo sucedido, los policías de la patrulla P3536, Daniel Ibarra Iturbe y Héctor Santiago Maya, persiguieron a los delincuentes, los cuales terminaron chocando con un automóvil Ford, tipo Focus, placas GZG-1343.
Al verse acorralado, Muñoz Hernández descendió con la subametralladora Uzi y disparó en 12 ocasiones. Algunos disparos no dieron con ningún blanco, pero cuatro alcanzaron un vehículo Volkswagen, tipo Golf, matrícula 721-XML, y uno más en la fachada de un edificio.
Los tiros de la policía capitalina por su parte, lograron alcanzar al joven asaltante, e impidieron que siguiera disparando pues aún le restaban 10 cartuchos en el cargador de la subametralladora. Los cómplices lograron escapar.
Después de la balacera, los paramédicos de la Cruz Roja intentaron estabilizar al asaltante cuyo cuerpo quedó en carriles centrales .