PEKÍN. Si fundar la red social más grande y exitosa de la historia no fuese suficiente, ahora el CEO de Facebook que lleva años intentando levantar la censura que su empresa sufre desde 2009 en el gigante asiático, sorprendió al “zar” de internet en China, Lu Wei, ministro de la Administración del Ciberespacio durante una reciente visita a Sillicon Valley cuando este último descubrió un ejemplar en inglés de “La gobernanza y administración de China”, un libro que recopila discursos y entrevistas del presidente chino, Xi Jinping, colocado encima del escritorio del fundador y presidente de Facebook, Mark Zuckerberg

 

El dirigente chino preguntó a Zuckerberg por el libro, a lo que el multimillonario magnate respondió que había aconsejado a sus empleados que lo leyeran para entender el “socialismo con características chinas”, según han informado varios medios estatales chinos.

 

El momento fue captado por un fotógrafo y, desde que la imagen se divulgó el pasado lunes a través de un portal oficial chino, china.com.cn, se extendió a otros medios tanto en China como en Estados Unidos.

 

Unos critican al creador de Facebook por su interés por esta compilación de discursos y entrevistas de Xi, mientras que otros mantienen que su intención no es otra que congraciarse con las autoridades de la segunda economía del mundo para que retiren el bloqueo a su plataforma.

 

En todo caso, si lo que Zuckerberg pretendía era ganarse el favor de la China oficial, lo está consiguiendo.

 

El diario Global Times, uno de los periódicos oficiales del país, mostró esta semana su satisfacción por la recomendación que el presidente y fundador de Facebook hizo a sus trabajadores.

 

En realidad, Zuckerberg lleva ya tiempo intentando que se levante la prohibición sobre Facebook que el régimen comunista impuso, al igual que a Twitter o Youtube, tras los conflictos ocurridos en la región autónoma de Xinjiang (noroeste de China) en julio de 2009, en los que Pekín culpó a las redes sociales de promover la subversión.

 

Los analistas consideraron que Facebook tiene dos opciones para aterrizar con garantías en la segunda economía del mundo: establecer una empresa mixta con una firma local o adquirir el capital de una compañía china.

 

Decidido a revertir la situación, Zuckerberg ha optado ahora por ganarse la simpatía de los chinos y sus dirigentes políticos.

 

Primero sorprendió a todos al usar el idioma mandarín durante varios minutos en una conferencia celebrada a finales de octubre en la Universidad de Tsinghua de Pekín, en un gesto que fue muy aplaudido por los internautas del gigante asiático.

 

Y Zuckerberg acaba de ir más allá, al recomendar públicamente el libro de Xi, a la espera de que, si finalizara la censura sobre Facebook, los mil 350 millones de usuarios que ya tiene la red social puedan añadir unos cuantos millones de amigos más en China.