¿Se acuerda de Juan Zepeda?

 

Pues ya está de vuelta en el escenario público.

 

Su participación en la pasada elección del Estado de México, en la que obtuvo el tercer lugar con una votación de 15%, incluso superior a la del PAN (11%), lo catapultó a nivel nacional.

 

En los debates que se realizaron previos a la elección, Zepeda fue el más consistente al grado de poner más de una vez contra las cuerdas al candidato del PRI, Alfredo del Mazo, y verse absolutamente superior en conocimientos y preparación a la candidata de Morena, Delfina Gómez.

 

Zepeda partió literalmente de cero y haber obtenido 15% de la votación lo colocó en la mira de la opinión pública nacional.

 

Pues bien, el ex candidato y ex presidente municipal de Nezahualcóyotl, está apuntado para relevar a Alejandra Barrales en la presidencia del PRD.

 

Mañana el partido del sol azteca tiene una reunión de consejo en la que se definirán algunas cuestiones administrativas del futuro relevo.

 

Pero Zepeda, que pertenece a la corriente ADN, parece que lleva mano.

 

 

 

Hoy el PRI decidirá que la selección de sus candidatos a los puestos de elección popular el próximo año será por convención de delegados.

 

Y aunque se empeñen en usar ese eufemismo, la sociedad ya sabe que la convención sólo sirve para avalar lo que se ordene en Los Pinos.

 

Lo interesante del asunto no será la definición del método –todo el mundo sabía cuál sería-, sino el margen que se conceda para que otros aspirantes a la candidatura presidencial se apunten, aunque sólo sirvan de comparsas.

 

¿Para qué?

 

Pues para permitir al elegido por el dedo sagrado realizar una precampaña que, de otro modo, no tendría el brillo ni la legitimidad de una contienda interna.

 

La primera que dijo que se apuntaría es la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, que dice encabezar a un grupo de priistas inconformes, pero que no aparecen por ningún lado.

 

Ortega y otros más podrán, si le conviene al PRI, inscribirse en un proceso más arreglado que las peleas de Jorge Kahwagi, cuyo resultado es absolutamente previsible.

 

Ya se verá cuántos candidotes se apuntan como sparring del candidato cuyo destape está por ocurrir.

 

 

 

Los diputados crecieron el estimado de ingresos para 2018 en 43 mil 291 millones de pesos, utilizando el mismo recurso de todos los años: incrementar la proyección del tipo de cambio y el del precio del petróleo.

El precio del dólar pasó en la Ley de Ingresos de 18.10 original a 18.40 y el barril del petróleo, de 46 dólares a 48.50 billetes verdes.

 

Dinero virtual, pues, que podría no llegar si el veleidoso mercado de divisas y el de combustibles nos dan la espalda.

 

Ojalá y no.

 

 

 

El director de la Financiera Nacional de Desarrollo, Mario Zamora Gastélum, y Verónica Zavala, representante en México del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), refrendaron la tercera etapa de un programa de financiamiento por mil 300 millones de dólares.

 

La finalidad del préstamo es financiar proyectos que eleven la productividad del sector primario, así como la inclusión financiera de mujeres en zonas de alta y muy alta marginación.

 

El 80% de esos recursos será destinado a proyectos del sector primario y el 20% restante para industria, comercio y servicios en el medio rural.

 

Esta etapa del programa podrá ser operado durante tres años y su plazo de amortización será de 15 años.

 

 

 

caem