Y ahora después de una merecida vacación familiar regresamos a la realidad, más recargados de energía y seguramente habiendo disfrutado de unos días en lugares lindos: playas, montañas, ciudades, pueblos mágicos o donde quiera que hayamos tenido la oportunidad de ir. Sin embargo, en lo personal no siempre los regresos de la vacación son como aterrizajes suaves… pues me ha sucedido que me siento como si necesitara una vacación de la vacación.

 

Casi siempre llegamos cansados de los extenuantes recorridos que hicimos con familia o amigos, en ocasiones hasta con  un poco más de  sobrepeso de lo que nos fuimos y entrar de nuevo a nuestra vida “normal y rutinaria” -así como en nuestra ropa- es un poco complicado, aunque también decimos… lo bailado nadie me lo quita, y es cierto.

 

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Pero la realidad es que el regreso al estrés citadino y al trabajo implica reorientar nuestra mente hacia las actividades que rutinariamente llevamos a cabo, cualquiera que estas sean, y así reacomodarnos de nuevo, aprovechando como combustible energético todo lo que pudimos disfrutar en estos días de descanso para seguir funcionando y dando todo para crear  mejores condiciones de vida para nosotros y nuestra familia.

 

Si tuvimos la oportunidad de salir y disfrutar, lo ideal es darnos cuenta de lo afortunados que somos de poder tener esas experiencias que permiten a nuestra mente  y cuerpo relajarse y cambiar de aire,  ya que nos preparan para  tener la mente lista y alerta  para tomar mejores decisiones, nos dan claridad para dirigir nuestra vida hacia objetivos y metas más reales y realizables, lo cual nos hace sentirnos más seguros y  mejor con nosotros mismos.

 

Por otro lado, el espacio que nos damos en las vacaciones nos ofrece la oportunidad de  reconectarnos con nuestros seres queridos, ya sea familia o amigos, lo cual nos trae beneficios como  el sentirnos más contentos, seguros y estables, pues es un hecho que  para los seres humanos fortalecer los lazos afectivos nos acerca a la plenitud y a  la felicidad, y las vacaciones, sin duda, son una oportunidad de hacerlo.