Tal vez el verlos desfilar con gallardía, cadencia, orden y seguridad, o el equipo y los uniformes impecables, ¿quién sabe?, lo cierto es que a sus casi siete años Emiliano asegura que cuando sea mayor formará parte de la Marina Armada de México. “Mi hijo tiene más palabra que yo, la verdad”, reconoció Juan, su padre.

 

El lunes 16 de septiembre de 2013, Emiliano Ordoñez disfruta de su día sin clases sin tener claro el por qué, su papá le platicó sobre el Día de Independencia de México, y el tradicional Desfile militar. “Emi” se quedó con ganas de asistir y su papá le prometió que el año siguiente lo llevaría.

 

Vecinos de la colonia De la Crespa, en el municipio de Toluca, aquel día Emiliano sólo pudo apreciar el desfile por televisión, los porqués y los cómos no cesaban, recordó Juan. Y fue así como la tarde el lunes pasado, a un año de distancia de aquellas promesa, la familia Ordoñez llegó a un hotel en la ciudad para levantarse temprano el martes y ver desde primera fila el desfile cívico-militar.

 

“Son cosas que no vemos todos los días, la verdad es que me da mucho gusto que mi hijo le llame la atención todo esto, sin que yo se lo imponga. Su mamá y yo estamos muy sorprendidos porque él está aferrado a que quiere ser marino”, señaló Juan.

 

En plática con este diario el señor Ordoñez recordó que tanto la primera vez que su hijo vio el desfile desde casa, y la de ayer fueron los elementos de la Semar, los que más llamaron la atención de su hijo. En conmemoración del CCIV Aniversario de la Independencia de nuestro, fue dicha dependencia la que protagonizó el evento, al ser los primeros en iniciar la marcha.

 

Siendo el Almirante del Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor, Joaquín Zetina Angulo, el primer Jefe de la Armada en encabezar la Columna del Desfile.

 

“Sí yo quiero ser de la Marina cuando sea grande, porque me gusta y quiero ser marino”, sostuvo el pequeño Emiliano al ser cuestionado sobre qué había sido lo que más le gustó del Desfile.

 

“Nos quedamos con ganas de ver a los paracaidistas, pero mi hijo encantado con ver a los marinos, yo creo que se imagina que andan en el mar y así, pero cuando crezca si sigue pensando eso, claro que lo vamos a apoyar”, aseguró Xóchitl, mamá de Emi, como le dicen de cariño.

 

Ataviado con un boina de marinero, pintura tricolor en sus mejillas y un silbato, Emiliano vio al igual que decenas de pequeños el paso de los uniformados desde los hombros de su padre. “Sí, mi papá me prometió que vendríamos y quiero venir otra vez”, dijo el niño a su padre, quien contestó que será una tradición de ahora en adelante.

 

Al igual que los Ordoñez, familias enteras tanto de la ciudad como de la zona metropolitana se dieron cita desde primera hora de ayer para presenciar la marcha de los más de 15 efectivo de la Marina, el Ejército, la Policía Federal, la Fuerza Aérea, e incluso de países invitados que partieron desde el primer cuadro de la ciudad.

 

“Es un ejemplo para los niños que nuestras Fuerzas Armadas demuestren la valentía y poder con el que cuentan, con el que contamos. No somos un país bélico pero siempre es bueno saber que estamos preparados. Debemos estar orgullosos de nuestros policías y militares”, subrayó Bernardo, jubilado del gobierno capitalino quien sostiene que cada año ha asistido con sus hijos, y ahora nietos a ver el desfile.