SANÁ.  Yemen sufre “el peor brote de cólera en el mundo en medio de la mayor crisis humanitaria del mundo”, aseguraron hoy tres agencias de Naciones Unidas en un comunicado conjunto.

 

Solo en los últimos tres meses se han producido “casi 1.900 muertes asociadas al cólera y unos 400.000 casos sospechosos de haberla contraído”, según han podido registrar la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

 

Los servicios sanitarios, de agua y saneamiento “han sido paralizados por más de dos años de hostilidades y han creado las condiciones ideales para que las enfermedades se propaguen”, se indica en la nota.

 

Además, el Yemen “está al borde de la hambruna”, según la ONU, ya que “casi el 60 por ciento de la población no sabe de dónde vendrá su siguiente comida” y, entre ellos, “casi 2 millones de niños yemeníes sufren de una desnutrición severa”.

 

En una visita de responsables de las tres agencias de la ONU a ciudad costera de Adén (sur) y a Saná, vieron cómo las principales infraestructuras sanitarias han sido “dañadas o destruidas”.

 

Sin embargo, aducen, “hay esperanza”, pues “más del 99 por ciento de las personas que están enfermas sospechosas de haberse contagiado del cólera y que pueden acceder a los servicios sanitarios están sobreviviendo”.

 

El cólera es una infección intestinal aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminada con la bacteria “vibrio cholerae”, que en los casos más graves puede provocar la muerte en pocas horas si el enfermo no recibe tratamiento.

 

El país vive en guerra desde 2014, cuando los rebeldes hutíes ocuparon la capital, Saná, y otras provincias, que se recrudeció en 2015, con la intervención de la coalición militar integrada por países suníes y encabezada por Arabia Saudí a favor de las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.

 

En este conflicto, la ONU ha llamado a las partes a que paguen “de manera urgente” a los trabajadores sanitarios, que no han recibido su salario desde hace diez meses.

 

“Sin ellos, tememos que las personas que hubieran sobrevivido puedan morir”, añadieron las agencias.

 

Por último, los responsables se reunieron con los líderes yemeníes en Adén y Saná, cada una controlada por una parte del conflicto, para que permitan el “acceso a los trabajadores humanitarios a las zonas afectadas por los combates”, e instaron a “encontrar una solución pacífica al conflicto”.

 

Y ya no solo en el Yemen, sino que pidieron a la comunidad internacional que “redoblen su apoyo” al pueblo yemení, pues si no se hace, “la catástrofe que hemos visto ante nuestros ojos no sólo continuará acabando con las vidas, sino que dejará cicatrizadas las futuras generaciones y el país en los próximos años”.

 

JMSJ