Un análisis prospectivo realizado por los observadores políticos objetivos e imparciales, en agosto pasado –después de los cambios en el gabinete presidencial–, del cual dimos un adelantito en esta columna en marzo y abril de este año, señalaba que el secretario de Hacienda estaba “moviendo sus fichas”  para posicionarse en la carrera presidencial de 2018. Pero antes, decían aquéllos, tenía que pasar la aduana de las elecciones del 5 de junio.

 

El análisis señalaba que los operadores políticos de Luis Videgaray serán José Antonio Meade, desde la Secretaría de Desarrollo Social; Enrique de la Madrid, desde Turismo; Rosario Robles, desde la Sedatu; y Aurelio Nuño, desde Educación Pública. Original y audaz la prospectiva sobre las “fichas de Videgaray”, comentaron quienes tuvieron acceso al documento, aunque les parecía excesivo que Videgaray logre que cuatro secretarios de Estado operen en su favor y no en el de ellos: dos en pleno crecimiento político, Meade y Nuño; un tercero carente de relevancia, De la Madrid, y la última, Rosario Robles, arrinconada, casi sepultada en una dependencia de nombre largo y actividades limitadas, criticaban. Y cuestionaban:

 

¿Por qué Meade y Nuño se sentirían obligados a sacrificar sus ambiciones personales –léase candidatura presidencial 2018– para ceder sus respectivos capitales políticos a la estrella fugaz en que se convirtió Videgaray desde mediados de 2014? Meade consiguió la titularidad de una dependencia productora de candidatos presidenciales, de manera que mal haría en desaprovechar la oportunidad de llevar agua a su molino para entregarla al deteriorado y crujiente molino de Videgaray. (Lo que no dijeron los cuestionadores es que Meade consiguió Relaciones Exteriores y la Sedesol por obra y gracia del secretario de Hacienda).

 

En cuanto a Nuño, el Presidente NO lo colocó en las puertas del arrancadero del derby sucesorio para que ayude a ningún colega en desgracia, sino para que se ayude a sí mismo, comentaban aquéllos. De la Madrid tiene necesidad, en primer lugar, de demostrar de qué está hecho y si la Secretaría de Turismo no le quedará grande, y después pensar en ser una ficha al servicio del titular de las finanzas públicas. Por último, ¿qué puede aportar Rosario Robles a una causa casi perdida como sería resucitar a Luis? Ella vive sus últimos momentos políticos en la Sedatu.

 

“Haiga sido lo que haiga sido”, después de las elecciones del domingo pasado, el secretario de Hacienda se quedó sin sus fichas no sólo en el gabinete, sino en algunos estados del país, porque sus candidatos fueron apaleados. O como reza el dicho: “Ya se cayó el arbolito donde dormía el pavorreal”… y sus operadores corrieron la misma suerte.

 

Agenda Previa

 

Doble punto consiguieron el procurador de Justicia, Rodolfo Ríos Garza, y el jefe de la Policía Judicial, Raúl Peralta Alvarado. El primero fue la detención de uno de los dos fugados del Reclusorio Oriente (dice Peralta que van por el otro esté donde esté). El segundo punto fue la localización, sana y salva, de Edne Giadira Barrenechea Gudiño, saxofonista del grupo Los de Abajo, ausente desde hace varios días, lo que había causado preocupación a la comunidad cultural. No se podrá quejar el doctor Miguel Ángel Mancera de la eficiencia de este par de colaboradores.