¡Se les acabó el recreo! Les dijo el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, a todos los partidos políticos de oposición que propagan falsedades. O lo que es lo mismo, los priistas ya no permitirán que sus adversarios les “roben la torta”, les hagan bullying y otras maldades.

 

Mucho menos van a tolerar que el dirigente del PAN, Ricardito Anaya, los “revuelque” nuevamente –como lo hizo con Manlio Fabio Beltrones en el debate televisivo del 5 de junio, cuando los acusó de corruptos, mentirosos, cínicos, marrulleros, truculentos, sinvergüenzas y otras cosas horribles, horribles, y en donde dicho sea de paso, ni las manitas metió.

 

Ahora sí “van a ver lo que es canela fina”, quiso decirles el nuevo líder tricolor; vamos a responder con firmeza a aquellos actos de corrupción o de impunidad que suceden en los partidos de oposición –los cuales abundan– y los documentarán para llevarlos ante las instituciones correspondientes y ante la ciudadanía para promover su castigo puntual. En el PRI, 99.9% de los servidores públicos son enhiestos, erectos y honestos, recordó.

 

En su gira artística de cien días por varios estados de la República –donde por cierto lo reciben con fanfarrias, confeti, loas, como si estuvieran de fiesta–, el doctor Ochoa respondió a las falsedades propagadas por los partidos de oposición, contrastando lo que en los tres primeros años de la actual administración se ha hecho.

 

En una de esas giras, Cristina Díaz, dirigente de la CNOP, dijo que el sector popular del PRI tiene la firme intención de propiciar un cambio en la actitud política y en el servicio público, además de impulsar una mayor transparencia y rendición de cuentas de los gobernantes priistas, a ser observadores y denunciar cualquier acto de corrupción.

 

La “demagogia reloaded”, pues.

 

Agenda previa

 

El gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, afirmó que la sociedad –no sólo en su estado, sino en todo el país–, está harta de la corrupción y de la impunidad, de los políticos que prometen y no cumplen. Ante dicho cansancio, dijo que en su gobierno habrá transparencia; nada de diezmos, ni porcentaje alguno en obras, programas, acciones y servicios. “Cero corrupción y cero tolerancia; son y seguirán siendo reglas inquebrantables…”. A quienes las rompan les tocará “botellón”, quiso decir.

 

Y es que resulta humillante que, en los últimos 30 años, Campeche haya recibido  de la Federación decenas de miles de millones de pesos, producto de la inmensa riqueza petrolera que existe en ese estado, y que la población siga fregada. Gobernadores fueron y vinieron, derrochando y seguramente retacándose los bolsillos de billetes y olvidándose de “salpicar” con algunos beneficios a la población.

 

Con tanta lana, el estado debería tener una infraestructura de corte mundial en carreteras, salud y educación, principalmente, y el nivel de vida para sus habitantes debería de ser de primer mundo para que todos estuvieran felices de contentos, casi en el paraíso, pues. El reto del gobernador Moreno Cárdenas, quien recibió el estado en ruinas –por la crisis de los petroprecios–, es convertir a Campeche en el nuevo polo de desarrollo económico, político y social. Ojalá que lo consiga.

 

Aún no terminan los Juegos Olímpicos y ya hay quienes revisan la chequera para calcular las pérdidas. Y es que por más que la publicidad machacó acerca de las grandes ganancias que se obtendrían producto de su difusión y comercialización, lo cierto es que muy probablemente Grupo Carso terminará con números rojos.

 

Así que el otrora hombre más rico del mundo, muy probablemente va a pasar un trago amargo cuando presente el reporte de resultados del tercer trimestre del año.