Cuando cierren hoy campañas partidos y candidatos, habrá varias certidumbres.

 

Algunas:

 

– Todas las contiendas se cerrarán más allá del augurio demoscópico, incluidas aquéllas donde alguna de las fuerzas políticas parece tener suficiente delantera para el triunfo.

 

– Difícilmente uno de los 14 procesos, sobre todo los de gobernadores, será reconocido por los derrotados y tanto campañas como votaciones y resultados llegarán a los tribunales.

 

– La fuerza perdedora en todos los frentes será el Partido de la Revolución Democrática (PRD), fruto de sus divisiones internas, su incapacidad para autogobernarse y la fuga de militantes tras Andrés Manuel López.

 

– En contrapartida, el gran ganador será el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), formado y administrado unipersonalmente por el mesías tabasqueño.

 

Puede ser la tercera fuerza, atrás de los Partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), pero delante de la corporación encomendada por los Chuchos a Agustín Basave.

 

El Peje ya siente la ciudad

 

La derrota previsible más dolorosa del PRD será en la capital.

 

Al cierre de las casillas del próximo domingo poco quedará de aquella votación superior a 60% de 2012, cuando se consagró como fuerza dominante en el entonces Distrito Federal.

 

Si acaso un tercio de aquella cosecha.

 

Éstos advierten un crecimiento constante, sólido, del estamento de Andrés Manuel López, cuyos primeros resultados fueron acariciados en junio de 2015 con cinco delegaciones y, ni más ni menos, el corazón político del país.

 

Hoy lo administra Ricardo Monreal, el pejista más leal.

 

El escenario lo tienen los partidos y mandos federales y capitalinos, a los que tranquilizan los candados impuestos a la reforma política para no reflejar ese dominio en los debates y la redacción de la Constitución de la Ciudad de México.

 

Poco consuelo porque a la urbe le espera la avalancha de 2018 y el asalto definitivo de la metrópoli por el Peje.

 

El domingo será su segundo ensayo y, quien lo duda, su segundo gran avance.

 

Lorena, única carta del PRD

 

– El perredismo de los ChuchosAgustín Basave es su administrador- sólo tiene una esperanza para lavarse la cara: Tlaxcala.

 

Ahí, Lorena Cuéllar, una mujer de gran labor social y fama por su eficiencia administrativa y discreción cuando fue alcaldesa de Tlaxcala por el PRI, puede emerger victoriosa ante la panista Adriana Dávila y el priista Marco Antonio Mena.

 

Porque ni siquiera José Antonio Estefan es suyo, pues fue impuesto por Gabino Cué y representa la prolongación de los intereses de Diódoro Carrasco.

 

Y en Quintana Roo, Carlos Joaquín tiene estrella propia, pero enfrenta a un priismo bien organizado con Mauricio Góngora de candidato.

 

– El dirigente priista Manlio Fabio Beltrones aseguró mantener el propósito de ganar al menos nueve de las 12 gubernaturas con ventajas inobjetables.

 

Pero como la judicialización es previsible, tiene listo un ejército de especialistas electorales para atender todos los casos en tribunales.