Posterior a los eventos sucedidos el día 19 de Septiembre y al haber transcurrido más de un mes, pudimos observar el gran nivel de conciencia y solidaridad social, la capacidad y la eficiencia de las instituciones, así como la vinculación entre gobierno y población. Ante una tragedia como ésta, cabe preguntarnos ¿qué más seguiría por hacer?

 

En este sentido, considero que lo relevante es transitar hacia un ejercicio maduro de aprendizaje, de evolución, en donde la sociedad muestre esa capacidad, esa fortaleza de coincidir y sumarse ante una tragedia en la vida cotidiana, también durante los ejercicios políticos, que se exija a las instituciones transparencia y rendición de cuentas, pero sobretodo en la tensión global de los mayores problemas que pudieran presentarse para la sociedad en sí.

 

En su conjunto es importante que trabajemos sobre algunos temas y factores pendientes, uno de ellos lo hemos mencionado en repetidas ocasiones es la mayor penalización por el uso de las armas, debemos de reconocer en muchos de los casos la necesaria instrumentación de cuerpos normativos que tiendan a penalizar, inclusive con la privación de la libertad, a aquellos que porten armas. Hoy el arma es uno de los enemigos que acechan la libertad, las conciencias, pero sobretodo las vidas de nuestra gente, eso es algo pendiente, una factura entre legisladores, entre el ejecutivo para generar mejores condiciones de certidumbre.

 

En materia de seguridad también quedaran pendientes nuevos retos, como el legislar para crear cuerpos normativos suficientes y capaces de prevenir, mitigar riesgos y desastres naturales; también será fundamental abrir nuevos capítulos hacia la ciencia, analizando enfoques de riesgo y sobretodo vinculándolos a temas de desarrollo urbano, es fundamental creer y sumar que ante la preexistencia de riesgos de desastres naturales tenemos que constituirnos todavía más y mejor, pero también es fundamental pensar que debemos de constituirnos ante cualquier tipo de evento que ponga en riesgo a nuestra sociedad, tanto en su integridad física, en sus conciencias y en su ánimos.

 

Con certeza el siguiente año será un año político, en donde la eficiencia de las instituciones deberá ser revisada, asimismo deberán de impedirse ataques y malos manejos de información, seguramente nuestra sociedad tendrá la conciencia y la libertad de decidir en su momento, ojalá no haya amenazas, ni personas dispuestas a generar climas de inestabilidad o crisis en pro de intereses o ambiciones políticas personales.

 

Hoy, en la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México tenemos un gran reto que es trabajar por los jóvenes en la prevención del delito, ello se refleja en los resultados de la semana que concluyó, en la cual se detuvieron a dos menores de edad, uno de 13 y otro de 16 años, quienes tenían armas de fuego para cometer delitos, esto es un reflejo de nuestra sociedad pero no un reflejo de la violencia que se ha exacerbado, esto es una ventana de oportunidad para trabajar por nuestra gente, con planes y programas preventivos, sumando los modelos educativos y familiares para impedir más que acallar, e implementar el sentido de la norma para buscar prevenir que las conciencias de jóvenes y niños no queden en falsas realidades y en el uso del arma de fuego como una forma de cometer hechos que les permitan salir adelante en sus vidas.

 

Hoy sin duda tenemos nuevos y grandes retos, por ejemplo durante la incidencia delictiva de esta semana logramos la detención de más de 838 personas: 167 por delitos de alto impacto y 671 por delitos de bajo impacto; destacándose 7 detenidos por lesiones por arma de fuego, 17 por robo a transeúnte, 13 por robo de vehículo y 32 por robo en el interior del metro; también tuvimos detenciones por allanamiento de morada, 14 por despojo y 12 por portación de arma de fuego y 10 por robo de celular, además se logró la desarticulación de 10 bandas delictivas y 14 células. En algunos de los casos se busca evitar el incremento por conductas derivadas de los sismo, como el allanamiento y el despojo. Aunado a esto, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México sigue cuidando más de 272 inmuebles que tuvieron algunos efectos durante el siniestro; además se han realizado detenciones y presentaciones importantes porque trabajamos día a día, con gran ahínco para vencer la criminalidad, pero sobre todo para dar certeza a nuestra sociedad ante eventos delictivos o desastres naturales, protegiendo, cuidando, combatiendo a lo que ponga en riesgo a la población de la Ciudad de México.

 

La policía en defensa de la sociedad.

 

 

 

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