El acelerado descenso de más de 52% en el valor del crudo mexicano, respecto al máximo de 102.41 dólares en junio pasado, aunado a los escándalos de corrupción e inseguridad, nublan la perspectiva económica de México, señaló el banco UBS.

 

Este panorama “empieza a generar dudas sobre el éxito de la primera ronda de licitaciones petroleras (Ronda Uno de la reforma energética)”, precisó la institución financiera.

 

En un reporte, indicó que existen riesgos para países emergentes que dependen de la venta de hidrocarburos como es el caso de México, así como para Europa que se encuentra en el riesgo de una recesión y un periodo prolongado de deflación, con una economía que no logra repuntar luego de la crisis financiera de 2008.

 

La Eurozona crecerá este año 0.8%, con una inflación extraordinariamente baja de 0.3%. No obstante esperan sólidos resultados en economías como Francia, España, Grecia, Italia y Alemania. Debido a este panorama económico, el Banco Central Europeo espera implementar una politica extraordinaria con la compra de bonos para inyectar liquidez a su sistema financiero en marzo próximo.

 

Por otro lado, los bajos precios del petróleo ayudarán principalmente a impulsar la economía estadunidense al reducir sus costos de producción, fortaleciendo al dólar y manteniendo una inflación controlada cercana a 2%. UBS proyecta que el principal socio comercial de México crezca 3.1% este año, un aumento de 0.2% respecto a su proyección anterior “principalmente por los bajos precios del petróleo”.

 

El crecimiento en América Latina, según UBS continuará debil en 2015. La región ha sido afectada principalmente por el entorno internacional, la baja demanda de materias primas, su principal exportación, y con los bajos precios del crudo, se espera un panorama negativo para México, y un posible “default” venezolano, “nuestro pronóstico para el próximo año es de apenas 1.4%”.

 

En China se espera que continúe su desaceleración económica, y su crecimiento se ubique en 6.8% al cierre de este año, con bajas en su producción industrial lo que propiciaria una menor demanda de energéticos a nivel global.