MADRID.  El Real Madrid no pudo con la presión, empató 1-1 con el Villarreal y cedió dos puntos importantes en la lucha por el título de Liga tras completar un partido espeso, con ausencia de ideas y en el que sacó a relucir esa versión dubitativa que puede mandar al traste los títulos en los momentos cumbre.

 

Espeso y sin ideas. Esos fueron los mejores calificativos para un equipo que parece haber perdido la imaginación desde antes del Mundial de Clubes. La estrepitosa derrota en el estadio Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid por 4-0 fue la confirmación de ese estado y las victorias seguidas frente a Deportivo, Elche y Schalke, solo sirvieron para tapar problemas.

 

Aunque el Real Madrid sigue ganando, lo hace sin mostrar su mejor versión, con un fútbol romo y previsible y con jugadores que parece que andan perdidos. Es el caso de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, que aunque muy de vez en cuando muestran algún pequeño detalle de calidad, no son lo que eran.

 

Cristiano llevaba sin marcar en su estadio 85 días, desde el 6 de diciembre, cuando logró un triplete ante el Celta. Pero no todo son goles en el fútbol. El portugués, aunque marque, no es el mismo. Algo raro pasa. Es demasiado previsible y parece no estar físicamente como un cohete, algo necesario en una figura como la suya, fabricada para hacer de rodillo con sus rivales.

 

Las prisas, malas consejeras, se aliaron con los dos equipos. Con el Real Madrid, por razones evidentes. Con el Villarreal, curiosamente porque decidió ir a por los tres puntos. Se acabaron las especulaciones y el duelo se convirtió en un ‘correcalles’ en el que Cristiano pudo repetir con un cabezazo que salvó Sergio Asenjo.

 

Casi al final, Ancelotti decidió sacar del campo a Isco para dar entrada a Asier Illarramendi entre los pitidos del respetable. También apostó por Jesé Rodríguez y Chicharito Hernández, pero no era el día para tapar agujeros de mal juego porque el empate se mantuvo en el marcador.

 

Incluso Vietto, si no llega a resbalarse en otro mano a mano ante Casillas, podría haber resuelto el encuentro para los suyos, que se marcharon del Bernabéu con la cabeza bien alta tras completar un excelente duelo, plagado de suplentes. Todo lo contrario que el Real Madrid, incapaz de recuperar el brillo de antaño y capaz de perder puntos que podrían valer una Liga.

OBO