Tras el triunfo de Trump, un notable del periodismo estadunidense, David Remnick, publicó en The New Yorker un artículo desolador, An american tragedy, donde dice: “Nuestro futuro no es el fascismo –no puede serlo, no podemos permitir que lo sea–, pero esta es sin duda la manera en que empieza el fascismo”.

 

¿Exagera? Los llamados padres fundadores de la democracia norteamericana parecen haber vislumbrado la posibilidad de que llegara al poder un individuo como el Hombre Cheeto y, en efecto, crearon un sistema de contrapesos para vacunar al país contra el autoritarismo.

 

En EU los gobiernos locales tienen amplias cuotas de decisión, la división de poderes es clara y actuante, las cámaras suelen frenar las iniciativas presidenciales y los medios gozan de libertad. No la tiene fácil el futuro presidente, si lo que quiere es transformarse en caudillo.

 

No obstante, muchas de las experiencias autoritarias empezaron así, con un trastornado capaz de montarse en un orden democrático para luego reventarle las costuras, y no está mal tenerlas en el radar. Me vienen a la cabeza unos cuantos libros que, si no lo son ya, deberían volverse de texto en estas fechas.

 

 

El espacio pequeño, así que dejo apenas tres recomendaciones.

 

 

La primera es cubana: Cómo llegó la noche, libro de memorias del comandante Huber Matos. Rebelde en la lucha contra Fulgencio Batista e integrante del gobierno de transición, nada más caer la dictadura decidió presentar su renuncia ante el sesgo autoritario, marxista, que tomaba el régimen que usurparía Fidel Castro. Lo pagó con 20 años de cárcel, pasados los cuales se hizo un icono de la disidencia y nos regaló un libro adictivo que ilustra el rápido camino hacia la dictadura de un país que pedía la democracia y estaba por conseguirla.

 

La segunda es Historia de un alemán, de Sebastian Haffner. Berlinés, se opuso al nazismo y tuvo que escapar a Inglaterra el 38, con su novia judía. Luego de una buena carrera en The Observer, volvió a Alemania. A su muerte se publicó el libro a que me refiero, una crónica del surgimiento del nazismo en una Alemania frágilmente democrática como la de entreguerras.

 

La última es mexicana. Me refiero a La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán. Novela sin ficción, narra la masacre de Huitzilac, con la que Obregón descabezó a la oposición a Plutarco, con los ojos puestos en su propia reelección. Novela de novelas del México reciente, habla también de un empresario histrión que supo venderse como un salvador providencial.

 

 

Digo, para que no crean que nada más al norte de la frontera…