A Vicente Leñero y Otero siempre se le reconocerá su prolífica y vital pluma que compartió a los lectores por más de cinco décadas. En su obra se cuentan 20 guiones de cine, una decena de novelas, 14 otras de teatro y tres compilaciones de cuentos. El periodista, escritor, guionista y dramaturgo tapatío falleció esta mañana a los 81 años en la ciudad de México. Esto desató reacciones en el ámbito cultural y periodístico del que era parte, así como del sector político nacional.

 

Ingeniero de profesión, la cual completó para dar gusto a su padre, según contaba siempre cuando dictaba cátedra o conferencias así como en simples charlas ante estudiantes de periodismo. Llegó a las letras pese a todo. Hoy es imprescindible recordar que lo mismo escribió novela, teatro, crónica, cuento que guiones cinematográficos. Es indudable que su trabajo lo coloca como uno de los autores más importantes de la segunda mitad del siglo XX y la primera década del XXI. Lo que le valdrá para recibir el último adiós en un homenaje en Bellas Artes.

 

Oriundo de Guadalajara, Jalisco, en donde nació el 9 de junio de 1933. Leñero comenzó estudiando ingeniería en la UNAM en donde se graduó en 1959, para poco después refugiarse en la escritura y hacerla su forma de ganarse la vida.

 

Estudió periodismo en la escuela Carlos Septién García, donde según sus propias palabras encontró el “origen mismo” de su condición de periodista y escritor, como señaló al recibir el Premio Nacional de Periodismo de esta institución educativa en 2010.

Vicente Leñero Foto: Archivo
Foto: Archivo

 

Como anécdota solía contar que en sus años de estudiante de ingeniería fue corrido por su maestro, el ingeniero Heberto Castillo, por leer en clase.

 

Publicó su primera novela La polvareda en Editorial Jus en 1959. A esta le siguió La voz adolorida (1961), un monólogo de un enfermo mental acerca de su vida, justo antes de ingresar al manicomio, una muestra de realismo psicológico.

 

A esta primeras obras le siguió Los albañiles en 1963, novela en que narra la historia de un velador en una construcción y la cual le valió el premio Biblioteca Breve Seix Barral otorgado en España, lo que en su momento fue inaudito para un escritor de su edad, tenía solo 30 años. 

 

Incluso fue el primer narrador mexicano en llevarse dicho galardón a nivel mundial.

 

Poco después Leñero empezó a escribir guiones teatrales, adaptando Los albañiles, en 1970; La carpa, en 1971, y Los hijos de Sánchez, de Oscar Lewis, en 1972.

 

Se dice que influyó en el inicio del género documental del teatro en México, y dos de sus trabajos notables son Pueblo rechazado y El juicio.

 

En los años 80, Leñero publicó con éxito varios libros documentales, tales como La gota de agua y Asesinato.

 

Fue guionista de El crimen del padre Amaro (2002), una de las películas mexicanas más exitosas así como en Los de abajo (1978), El callejón de los milagros (1995), La ley de Herodes (1999), y El atentado (2010).

 

Como periodista publicó en diversos diarios como El Heraldo de MéxicoExcélsior y se le reconoce como fundador de la revisata Proceso, semanario que desde su nacimiento es considerado referente del periodismo en México, destaca la agencia AP.

 

Su amplia obra inició con La polvareda, en el año 1959, y llega hasta Más gente así y Periodismo de emergencia, publicados en 2013.

 

Periodismo de Emergencia compendia su obra en este quehacer por más medio siglo, de la que él mismo dijo “este libro es, intenta ser, un balance del ejercicio de una profesión asumida con pasión literaria“.

 

También fue merecedor de beca Guggenheim en 1967, los premios Xavier Villaurrutia y el Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura en 2001 yla Medalla Bellas Artes otorgada por el INBA, en 2011.

 

Desde 2010 fue miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua.