El GP de Gran Bretaña, prueba en la que Ferrari estrenó su palmarés en la Fórmula Uno en un lejano 1951, ofrece a Sebastian Vettel la oportunidad de ampliar su ventaja con respecto a Lewis Hamilton, al que aventaja en 20 puntos antes de dar por iniciada la décima cita del Mundial.

 

El inglés triunfó los tres últimos años (2014, 2015 y 2016) en el circuito de Silverstone. También venció en 2008. Y partiría como indiscutible favorito a una nueva victoria de no ser por las dudas que dejó a su paso por Baku y Spielberg.

 

Los problemas en su Mercedes -primero, con el reposacabezas y, después, con la caja de cambios- frustraron la ofensiva de Hamilton en los dos últimos Grandes Premios.

 

El tres veces campeón del mundo de la disciplina, ganador en la actual edición en China, España y Canadá, se cayó del podio en las últimas dos carreras y facilitó a Vettel la apertura de una importante brecha al frente de la clasificación.

 

El alemán acumula 171 puntos por los 151 del británico. Por detrás del dúo cabecero, con 136, asoma el finlandés Valtteri Bottas, compañero de Hamilton en la escudería Mercedes.

 

El sustituto del último campeón mundial de Fórmula Uno -el alemán Nico Rosberg, retirado tras la consecución de su único título- venció en Rusia y Austria.

 

Aupado por esta última victoria en el Red Bull Ring, Bottas desea confirmarse como alternativa a la apretada puja que mantienen Vettel y Hamilton desde el arranque de la campaña.

 

Ellos tres, además de Daniel Ricciardo, se reparten las victorias en el Mundial aunque si el germano es el líder destacado es por su regularidad. Tres triunfos, cuatro segundos puestos y dos cuartos lugares son su bagaje en la temporada.

 

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