CARACAS. De un tiempo a la fecha el Gobierno venezolano sólo piensa en seguridad. Su nuevo plan incluirá radares sensibles a detonaciones de armas de fuego y también el equipamiento de drones con cámaras de vídeo.

 

 

Los dispositivos estarán operativos desde abril de 2015, cuando Venezuela “tendrá instaladas 50 mil cámaras para monitorear espacios de alta concentración de personas, con el fin de fortalecer la protección ciudadana”, declaró el ministro del Interior, Miguel Rodríguez a la emisora privada Canal I.

 

Rodríguez precisó que las cámaras en esas aeronaves no tripuladas “estarán integradas al sistema (telefónico) de emergencia 911”, lo mismo que unos “radares para la detección de disparos”.

 

“Cuando ocurra un disparo en un sector con radares tendremos de inmediato tal información” lo que permitirá la rápida actuación policial, sostuvo.

 

También informó de la adquisición en el exterior de “un equipo especial que permite bloquear las llamadas de teléfonos celulares en los centros penitenciarios, donde se ha determinado que jefes criminales extorsionan a ciudadanos” a través de bandas delictivas.

 

“Vamos a poner a prueba ese equipo, y si es efectivo se adquirirán para todas las cárceles del país. Si logramos cortar la comunicación (de reos) con el exterior desde las cárceles estaremos reduciendo el delito en un porcentaje muy importante”, predijo.

 

Rodríguez recordó que recientemente el Gobierno puso a disposición de la ciudadanía una aplicación para teléfonos móviles que permite la conexión permanente con las fuerzas policiales más cercanas a su ubicación, lo que ya ha ayudado a reducir los delitos.

 

Por otra parte, el gobierno aceptó que importa crudo liviano para su uso como diluyente del petróleo pesado de la Faja del Orinoco (este) que “no puede ser producido ni transportado sin antes ser mezclado con un hidrocarburo de menor densidad”. Así lo confirmó la compañía estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa).

 

La estatal venezolana confirmó la importación y salió así al paso, según un comunicado, de una “información tendenciosa contra la industria petrolera por parte de autodenominados expertos petroleros que manipulan”.

 

La “adquisición puntual” de crudo liviano en el exterior fue una decisión adoptada en conjunto con las empresas francesa Total y noruega Statoil, asociadas a Pdvsa en Petrocedeño, una empresa mixta para la producción y mejoramiento de crudo en uno de los pozos de la Faja, detalló la nota de la compañía venezolana.

 

“El incremento sostenido de la producción, combinado con una parada programada de mantenimiento en el Mejorador de Petrocedeño, llevó a la directiva de esta empresa mixta, conformada por Pdvsa como socio mayoritario, así como por las empresas francesa Total y noruega Statoil, a tomar esta decisión”, confirmó.

 

Con la mezcla de crudo pesado con liviano se logra “una mayor rentabilidad”, ya que el uso alternativo de nafta encarece el proceso.

 

“La nafta supera el precio del crudo liviano en 30 dólares por barril, en promedio”, señaló la nota de la estatal petrolera.

 

“Pdvsa exhorta al pueblo venezolano a no dejarse confundir por matrices noticiosas de quienes controlan los medios de comunicación como parte de la guerra económica para afectar la gestión del Gobierno revolucionario y particularmente a la industria petrolera, por ser la principal fuente de ingresos de la nación”, subrayó.