Margarita Santizo Martínez dedicó los últimos cinco años de su vida a exigir a las autoridades mexicanas información sobre el paradero de su hijo, policía federal, una lucha que acabó con su propio cadáver velado en las afueras de la Secretaría de Gobernación, como su último acto de protesta.

 

“Fue decisión de ella, fue su última voluntad, ‘llévenme allá, cómo último acto de protesta'”, explicó Teresa Martínez, hija de la fallecida.

 

Familiares y amigos de Margarita, quien murió a los 53 años víctima de cáncer en el hígado, salieron esta mañana desde el municipio de Chalco, en el central Estado de México, hasta el Ministerio de Gobernación, e instalaron el ataúd de madera de la madre fallecida.

 

Junto a la puerta principal de la dependencia oficial se montó el altar improvisado con velas, flores, una cruz plateada, así como las pancartas que utilizaba Margarita en sus protestas para pedir que le devolvieran a su hijo.

 

Más tarde, le hicieron una guardia de honor alrededor del féretro, cubierto por una bandera mexicana y una rosa roja.

 

“Aquí vamos a estar hasta que salgan las autoridades, pues a mi hermano no se le hizo ni un homenaje, entonces que se lo hagan a mi mamá. Ella esta aquí, es la madre de un policía federal a la que nunca le dieron respuesta”, expresó la hermana del desaparecido, quien asegura que su madre falleció “por el desgaste físico y mental provocado por la pena de su hijo”.

 

Esteban Morales Santizo, hijo de la difunta, era Policía Federal y desapareció el 3 de diciembre de 2009, cuando fue enviado de Arteaga a Lázaro Cárdenas como parte de un equipo especial para combatir al narcotráfico.

 

“El caso de Esteban no es el único pero se me hace raro que solamente nos dijeran que fue a una tienda con otros dos compañeros y hasta la fecha no se sabe nada de él”, narró su hermana.

 

No se explica por qué “las autoridades solamente nos dijeron que no estaban realizando su labor como servidores públicos cuando fueron vistos por última vez”.

 

En agosto pasado, la PGR reveló que a 31 de julio de 2014 había 22,322 personas desaparecidas en México, de las cuales 12,532 son casos registrados en el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) y 9,790 en la Administración de Enrique Peña Nieto. DE