Si el inmueble con el número 3010 en Calzada Miramontes es demolido, entonces que también corra la misma suerte el 3004, pues si sólo es reparado será una bomba de tiempo, consideran los vecinos del primero, ubicado sobre Calzada Miramontes, en la colonia Los Girasoles, y que hoy podría ser desmantelado debido al daño estructural que le dejó el sismo del 19 de septiembre pasado.

 

A simple vista el edificio color café de cinco pisos, que es paralelo al que se derrumbó en Rancho el Arco, donde fallecieron siete personas, luce varios agujeros en sus bardas; a través de ellos se alcanza a ver la cuna de la nieta de la señora Marina Alonso, quien era administradora del edificio y habitaba el departamento 303.

 

Yo estaba en la cocina cuando de repente brincó el edificio y empecé a notar humo en el cubo que tenemos cerca de las cocinas. Desde ahí yo dije: ya no salimos. Estaba con mis dos cuñadas, que son personas con discapacidad, de 64 y 65 años; con mis esposo, como pudimos las acercamos a la puerta, pero el movimiento te aventaba de un lado para otro. Oíamos ruidos de cómo se caían cosas en todo el edificio. Vimos dentro de casa cómo se cayó el centro de entretenimiento con todo y televisión. El edificio rechinaba horrible, fue una sensación espantosa, salías no salías, querías caminar y no te dejaba”, rememora Marina al tiempo que sus ojos se llenan de lágrimas.

 

Cuando pasó el movimiento lograron salir, pues las escaleras estaban bien, pero al descender al primer piso vio que la barda del departamento de su hija, quien alcanzó a evacuar, se había caído.

 

Escuché a mis vecinos que gritaban: ‘Ayúdenme, no puedo salir’. Cuando dejé a mis cuñadas aquí abajo, subí de nuevo al tercer piso a sacar una señora de 86 años. Y mi esposo a sacar un vecino con su mamá de 96 años del primer piso, pues a su departamento también se le habían caído las bardas”, dijo a 24 HORAS.

 

Marina refirió que desde que abandonó ese edificio, hace 21 días, no han podido regresar, pues la delegación no apuntaló el inmueble catalogado como de alto riesgo; según les dijeron autoridades de la delegación Coyoacán, hoy podría llegar el dictamen con la orden de demolición.

 

Aunque este edificio es más pequeño, se recargó y encajó en los muros del 3004, que tiene dos pisos más arriba. Los vecinos esperan ver cómo se comporta este último durante la demolición, pero tanto Marina como su vecino, Omar Flores, coinciden en que debe tirarse también, pues reestructurarlo sólo sería un riesgo latente para el nuevo inmueble que se prevé construir en el predio 3010.

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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