Así lo dio a conocer el físico teórico de la Universidad Estatal de Arizona, durante el debate del Proyecto Origins llevado a cabo en la UNAM.

En los últimos ocho meses, la avenida San Jerónimo, en el tramo que va de Avenida de Las Fuentes a Avenida Paseo del Pedregal, se ha convertido en un gran estacionamiento y, a pesar de las revisiones realizadas por la delegación Álvaro Obregón, no hay impedimento para que los autos se aparquen en lugares prohibidos.

 

 

Vecinos de la zona aseguran que parte del caos se debe a los valet parking que, al saturar los espacios de las banquetas adaptados como estacionamiento, ocupan  un carril de la avenida. Además, un verificentro y una gasolinera intensifican el flujo de vehículos cuando hay tránsito pesado; y un camellón considerado como zona federal llega a resguardar más de 50 vehículos sin restricción alguna.

 

 

Los estacionamientos prohibidos no son el único motivo de descontento entre los vecinos. La Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México tiene registradas, en los últimos 30 días, tres denuncias por presunta contravención al uso del suelo y la falta de permisos para tres restaurantes, mismos que usan la vía pública para aparcar las unidades de sus clientes.

 

 

En un recorrido realizado por la zona, se comprobó que los autos estacionados en espacios adaptados arriba de las banquetas reduce al mínimo el área para el peatón. Es el caso de la tienda Bodegas Alianza, que señala no tener servicio de estacionamiento, pero sí de valet parking.

 

 

Por otra parte, Susana Kanahuati, integrante de la Unión de Colonos de San Ángel, señaló que la Avenida San Jerónimo tiene una alta concentración de rutas escolares, por lo que la reducción de espacios en la arteria implica mayor tiempo de traslados, problema que se agudizó en los últimos meses.

 

 

En el caso de los restaurantes, los acomodadores buscan lugares en la avenida para estacionar los carros, así como en el camellón de la arteria, donde se encuentran torres de alta tensión.

 

 

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Infografía: Xavier Rodríguez

 

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A decir del vigilante de una caseta escolar, el personal de la Secretaría de Seguridad Pública ya tiene identificadas las áreas que ocupan los restaurantes y si algún valet les avisa que ellos no acomodaron cierto auto, inmediatamente les llaman a la grúa.

 

 

Cabe destacar que el camellón ocupado como estacionamiento es usado por los empleados de la escuela primaria General Juan N. Álvarez, localizada sobre la avenida San Jerónimo. Comúnmente, los trabajadores de la escuela lo ocupan de 7:00 a las 13:00 horas.

 

 

Después de las 13:00 horas, quienes ocupan el camellón son empleados de un banco, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de oficinas aledañas.

 

 

“Cada cuadra tiene su dueño”

 

 

Andrés Alonso, quien formó parte del  Comité Ciudadano de la Colonia Jardines del Pedregal, aseguró que en el tramo de conflicto cada cuadra tiene un dueño.

 

 

Señaló que en múltiples ocasiones se ha denunciado esta apropiación de los espacios ante la delegación Álvaro Obregón; sin embargo, al ser el camellón zona federal, la demarcación se deslinda de su vigilancia, lo que provoca falta de atención al caos vial. Aunado a los autos, en el camellón también se ubican vendedores ambulantes.

 

 

“Son los valet, los viene viene, el verificentro; en las mañanas, los ambulantes. Cada quien agarra su espacio y por eso se debe regular”, dijo.

 

 

Al respecto, la delegación informó que se realizan operativos permanentes para retirar a los ambulantes, obstáculos en vía pública y está en revisión el tema de los valet parking, con el objetivo de que no se apropien del espacio.

 

 

Cabe mencionar que el día en el que este diario realizó el recorrido, se ubicaron cuatro puestos ambulantes, aun cuando la delegación informó que en el último operativo se retiraron alrededor de seis vendedores informales.