El incremento en la población mundial provocará que para 2050 la demanda de proteínas se incremente 60%, mientras que la necesidad de la producción de cereales aumentará 100%, debido a que en ese año existirán cerca de nueve mil millones de humanos, señalaron representantes de la industria alimenticia.

 

 

De acuerdo con Manuel Bravo, director general de Monsanto, el uso de la biotecnología en el norte del país permitiría incrementar 15% la productividad del maíz en el primer ciclo, mientras que en la región del sureste, además de incrementar la productividad el avance de la producción permitiría que muchos campesinos superaran la línea de la pobreza pues se incrementarían sus ingresos.

 

Detalló que la empresa especializada en biotecnología invirtió cerca de 500 millones de pesos en centros de investigación para mejorar los insumos para el campo, aunque una vez que se apruebe el uso comercial de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), podría incrementarse a dos mil millones de pesos.

 

Confió en que esta disposición se apruebe en el corto plazo, pues existía un impedimento legal para avanzar en la evaluación del uso de transgénicos en el maíz que congeló las negociaciones para la comercialización de las semillas.

 

Expuso que el cambio administrativo en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), no retrasará la aprobación de esta medida, que podría ocurrir antes de que concluya el año.