Miguel Tame Domínguez, director general de Pemex Refinación, pidió el pasado 31 de mayo continuar con la modernización de la refinería de Minatitlán, por lo que solicitó 409 millones de dólares adicionales, unos cinco mil 221 millones de pesos.

 

El ingeniero químico industrial, egresado del Instituto Politécnico Nacional y quien ha trabajado por más de tres décadas en Pemex, presentó el proyecto asociado al cierre administrativo de la reconfiguración de la refinería Lázaro Cárdenas.

 

El apartado A, que se refiere a los análisis costo-beneficio, dice que a la fecha se tiene un avance promedio en la ejecución de 98%, sin embargo, se requieren 409 millones de dólares para la conclusión administrativa del proyecto de reconfiguración a ejercer de julio a diciembre de 2012.

 

Se establecieron dos escenarios.

 

“El primero plantea que dado el avance en la ejecución de las obras (promedio de 98%) es necesario invertir 409 millones de dólares en la conclusión administrativa, con el propósito de capturar los beneficios derivados de la operación de las plantas de la reconfiguración, con las que se tendrán volúmenes adicionales de gasolina y diesel a la oferta de combustibles de dicha refinería. Para este propósito se consideró que el horizonte de evaluación es de 20 años y que la vida útil de los activos es de 20 años”.

 

“El segundo escenario plantea la alternativa de no continuar con la ejecución del proyecto por la falta de recursos presupuestales; bajo este supuesto, los únicos ingresos que se tendrían serían los obtenidos de la venta en oportunidad de los activos después de descontar los gastos de la mano de obra necesaria para desmantelar la infraestructura del proyecto. Por la naturaleza de la actividad se estableció que el horizonte para la venta de los activos seria de dos años”.

 

El apartado B, la justificación jurídica, dice que, entre otras cosas, los problemas se deben al incremento de los precios de los equipos y materiales de instalación permanente dentro del mercado de la industria de la refinación, principalmente por el colapso del sector inmobiliario en Estados Unidos.

 

Además, estas variaciones se produjeron a causa del cambio de términos en la contratación de la mano de obra por parte de los contratistas y la mayor permanencia en el sitio de trabajo. Estas situaciones son consideradas como hechos imprevisibles por las partes.

 

Una nueva refinería

 

En julio de 2011, el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, junto con el gobernador de Veracruz, Javier Duarte Ochoa, inauguraron la reconfiguración de la refinería Lázaro Cárdenas en Minatitlán.

 

Es considerada la más antigua del país, pues comenzó a operar en 1906, y abastece de combustibles principalmente a Veracruz, Campeche, Puebla, Tlaxcala, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo y el norte de Oaxaca y Chiapas. Con su modernización prevén que se convierta en la tercera más importante de México, detrás de la de Salina Cruz y de la de Tula.

 

“Para decirlo con claridad, más que una reconfiguración, esta es verdaderamente una nueva refinería para Petróleos Mexicanos”, cuya inversión, dijo Felipe Calderón, la convierte en la más moderna de América Latina.

 

El proyecto de reconfiguración de Minatitlán consiste en la instalación de 12 plantas de proceso, los servicios auxiliares y las unidades complementarias necesarias para su operación, la construcción de un camino, el acondicionamiento del sitio y la instalación de un gasoducto, un oleoducto y un hidrogenoducto.

 

El proyecto fue dividido en seis paquetes para su construcción, asignados mediante licitación a seis contratistas: Tradeco, ICA Fluor, Dragados, Minatrico, Ebramex, Samsung y PDI.

 

El proyecto fue autorizado desde el 28 de mayo de 2003. Consideraba como metas a su término incrementar el proceso de crudo Maya de 33 a 70%, y obtener volúmenes adicionales de gasolinas y destilados intermedios.

 

En agosto de 2009 se autorizó el último cambio del monto del proyecto, con un costo total de tres mil 230 millones de dólares.

 

En abril de 2010, la Dirección Corporativa de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos solicitó 381 millones de dólares, de los cuales destinaría 300 para atender las reclamaciones de las contratistas.

 

“Sin embargo, con el incremento propuesto el proyecto dejaría de ser rentable. Por lo que para obtener una Tasa Interna de Retorno de 12% sólo se consideraron 248 millones de dólares para cubrir los reclamos, así como los recursos adicionales para la terminación de las obras”, de acuerdo con Pemex Refinación.

 

Con base en el estudio de Mercado de Hidrocarburos de 2012, que incluye un nuevo escenario de precios, el costo del proyecto es de tres mil 637 millones de dólares.

 

A los que deben sumarse los 409 millones de dólares que acaban de solicitar (dicho monto es equivalente a cinco mil 221 millones de pesos, tipo de cambio 12.76 pesos por dólar).

 

Abandono

 

Si el proyecto se abandona, dice Pemex Refinación, se perderían beneficios económicos por alrededor de cuatro mil 213 millones de dólares antes de impuestos en un periodo de 20 años y sólo podría rescatarse por venta de activos el 16.8% de sus inversiones actuales, que suman más de tres mil 637 millones de dólares.

 

El valor presente por abandono y venta de activos antes de impuestos se estima en 611 millones de dólares, todo ello debido a que gran cantidad de equipos e instalaciones se devalúan al desmantelarse.

 

Pemex Refinación advierte que en el mediano plazo se hará más costosa la producción de gasolinas y diesel, que podría agravarse con la obligación de suministrar combustibles de ultra bajo azufre en el coto plazo (gasolinas en 2013 y diesel en 2014).

 

“Esta situación llevaría a la refinería a reducir su viabilidad económica y con ello, al cierre de las instalaciones, afectando directamente al municipio de Minatitlán y a su área de influencia”, agrega el documento.

 

“En caso de no continuar con la ejecución del proyecto de reconfiguración de la refinería de Minatitlán, esta condición ampliaría la brecha entre la oferta y la demanda de gasolina y diesel del orden de 66 y 36 miles de barriles diarios, respectivamente, lo que llevaría a realizar la importación de los volúmenes equivalentes en el mercado internacional”.

 

Finalmente, el no conseguir recursos presupuestales para su conclusión podría derivar también en problemas de carácter jurídico.