Las pocas posibilidades de encontrar un empleo especializado y bien remunerado, y la distancia entre los programas educativos y las necesidades del mercado, hacen que para los jóvenes sea más fácil y seguro encontrar trabajo en la informalidad que estudiar, concluye el último reporte de la OCDE.

 

Los estudiantes que no consideran el valor de dedicar un mayor esfuerzo  a terminar una carrera tienen la alternativa clara de dedicarse al sector informal y -al menos en la práctica- tienen razón, lamentó la organización, quien subrayó que en México los niveles de desempleo son más altos para los profesionistas que para quienes no completaron la Educación Media Superior.

 

“La mayoría de los estudiantes mexicanos abandonan el sistema educativo en el bachillerato. Hay dos factores: que las instituciones educativas no los dotan con las competencias apropiadas que se requieren para continuar la formación y que los estudiantes no consideran atractivo invertir en su educación tienen una alternativa clara: trabajar en la economía informal”.

 

En la actualidad, señala la OCDE, contar con bachillerato no reduce el riesgo de desempleo; al respecto, la tasa de desempleo se situó en 4%, ligeramente más alta que para quienes no habían conseguido alcanzar este nivel de estudios.

 

Esto también está relacionado con la poca valoración de la educación tanto a nivel familiar como institucional.

 

A ello hay que sumar que ni la iniciativa privada ni el gobierno ha dedicado los recursos suficientes para invertir en la formación de profesionistas dedicados al desarrollo tecnológico y la producción de conocimiento, los sectores que podrían impulsar la transformación del país hacia una mucho más redituable economía del conocimiento.

 

Este sector es mejor pagado y además ofrece más empleos y de mejor calidad que las carreras tradicionales (como Derecho y Administración) que sigue acaparando al 30% de la matrícula estudiantil.