“Referirse al muralismo después de Siqueiros es un pretexto para poner a discusión el papel de esta expresión artística en la actualidad. Su impugnación por parte de críticos e historiadores del arte “exquisitos” no impide que forme parte del arte público realizado hoy en día. A pesar de que se le ha dictado acta de defunción porque se le considera antimoderno, superado, agotado, se siguen haciendo murales, unas veces como práctica contestataria y otras como recurso estético”. Guillermina Guadarrama Peña • Historiadora del arte

 

El muralismo surgió en el año 1922 y fue catalogado en su momento, como la expresión plástica más moderna en México. En su temática inicial, el muralismo fomentó en mayor parte, el reflejo de la sociedad con los estereotipos del momento; el obrero, el campesino, la historia y las tradiciones populares. Uno de los objetivos de ese muralismo primigenio fue incorporar a las masas populares a la recepción artística, es decir, se sustentó en que era un arte dirigido al pueblo, entendido como la diversidad humana que conforma una nación, con lo cual las categorías arte y educación, quedaron enlazadas.

 

El muralismo mexicano es considerado a nivel internacional como el referente y origen del arte mural en el siglo XX, en donde el pensamiento avanzado de sus mejores artistas le permitió sobrepasar el marco ideológico de la Revolución Mexicana y llegar a obras que son ejemplos cumbres del realismo de nuestro tiempo.

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En la actualidad el muralismo sigue vigente, aunque compite con muchos otros elementos y medios visuales. Muy probablemente, los impulsos artísticos de los actuales jóvenes muralistas continúan siendo los de aquellos grandes artistas de nuestro pasado; los problemas sociales son los mismos, en dimensiones y contextos distintos, pero finalmente las necesidades y la lucha del pueblo mexicano continúa por la misma línea y necesita una forma artística para ser expresada por nuestro país y la juventud.

 

Arte Hoy, galería situada en Coyoacán, es un espacio abierto al arte plástico y a partir del 12 de septiembre de 2015 presenta una exhibición colectiva de cuarenta obras pictóricas sobre paneles portátiles de 20 artistas emergentes mexicanos, por ejemplo; Paola Delfín, quien busca retratar la estética creativa de su generación, representando un mensaje reflexivo mediante el uso de la ilustración, Libre, pintor, muralista y arquitecto tijuanense, Betty Ávila quien estudió arquitectura en la UNAM y un postgrado en Restauración de pintura y escultura lineal en Florencia y muchos otros más.

 

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En la conformación de esta exposición no se determinaron temáticas, estilos, técnicas, ni cualquier otro aspecto que pudiera influir en las obras, cada uno, en sus muy particulares mundos internos, comparte un poco de sí mismo en cada pieza (que podrán ser adquiridas). De igual modo, más allá de asistir a la exposición, otro de los objetivos es que quienes lo deseen puedan, por medio de la galería, solicitar una intervención de estos artistas en sus casas, espacios de trabajo, etc, que es una de las formas en las que estos jóvenes mantienen su arte vigente.

 

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