Este año el movimiento culinario Baja Med, uno de los más innovadores del mundo y que tiene sus raíces en Baja California, cumple quince años. Y a pesar de que la frontera de Baja California está cada vez mejor conectada con San Diego, probablemente una de las mejores decisiones que puede tomar un viajero que aterriza en el Aeropuerto Internacional de Tijuana es la de voltear hacia el sur; encontrar grandes recompensas entre paisajes impresionantes, descubrir el sabor único de la cocina BajaMed, conocer movimientos artísticos endémicos y tomar la oportunidad de enamorarse de la California Mexicana.

 

Punto de salida

 

“Tijuana makes me Happy”. Con la frente en alto, Tijuana ha logrado reponerse de una añeja y mala reputación. Aquí, del otro lado de esa gran pared que divide, se incuban diversos movimientos artísticos que logran esa mezcla fronteriza entre lo muy mexicano y lo estadounidense. Tijuana es un mosaico de culturas, de sonidos y sabores que la hacen ser distinta a todas las demás.

Foto: Especial

 

En Tijuana cada esquina guarda una sorpresa culinaria, desde los puestos de mariscos o de tacos en las calles, pasando por la original Ensalada César, hasta los restaurantes de aquellos chefs reconocidos – como Javier Plasencia o Miguel Angel Guerrero – que han creado arte con los insumos que les ha dado estar situados en este punto exacto donde convergen culturas como la norteamericana, mexicana, china, rusa y varias más, rodeados de ingredientes frescos y diversos.

 

La cocina Baja Med combina los ingredientes típicos de la cocina mexicana, con los de las cocinas mediterráneas y asiáticas, teniendo como premisa el uso de ingredientes frescos cosechados en Baja California.

 

En Tijuana se puede descubrir, en su máxima expresión, esa tendencia que mezcla y experimenta con ingredientes como el Erizo de Mar de Ensenada, el aceite de olivo del Valle de Guadalupe, los dátiles de San Ignacio, los tomates de San Quintín, la langosta de Rosarito y otras especies exóticas del pacífico como el Pepino de mar, almejas, ostiones, pata de mula o rayas… Aquí el límite lo pone la imaginación de cada chef.

 

Algunas de las visitas culinarias imperdibles en Tijuana son: El Taller, La Querencia, Food Garden, Misión 19, los ostiones “El paisa” del Mercado y los tacos de camarón del Mazateño.

 

Primera parada

 

“Los famosos tacos de langosta”. Todo el mundo sabe de la fama que tienen esos exquisitos tacos de Puerto Nuevo, donde en una inmensa tortilla de harina se coloca la carne de langosta con frijoles, arroz, guacamole y salsa. Sin duda ese es el mejor pretexto para descansar en esta ruta, pero no el único. Para los amantes del buceo existe ya en las Playas de Rosarito el Parque Submarino, donde apenas hace un mes fue hundido el buque Uribe 121, y que para estas alturas debe ser ya hogar de cientos de especies que ver; y para los amantes del cine, aquí se encuentran los estudios Fox y un sinfín de sets naturales de cine.

Foto: Especial

 

Segunda Parada

 

Roadtrip“Ensenada: golf, surf y buena vida”. Sin hacer menos el hermoso paisaje que se dibuja a lo largo de la carretera entre Rosarito y Ensenada – y sin dejar de recomendar una pausa en el Mirador que se ubica justo a la mitad del trayecto -, la siguiente parada debe ser Ensenada, rodeado de campos de golf, playas con acantilados y enormes olas montadas por surfistas. El lugar es ideal para el avistamiento de ballenas, la pesca, el sandboarding y, por supuesto, para seguir degustando Baja California en cada bocado.

 

No será difícil encontrar por la ciudad puestos callejeros con mariscos tan frescos que aún huelen a sal. El mercado es un sitio predilecto para los Foodies y también existen los grandes restaurantes como Manzanilla de Benito Molina, Sano´s, Ohelia´s, La esquina de los Caprichos dentro de la Antigua Bodega de Santo Tomás, Muelle 3 o los mariscos La Guerrerense, a pie de carretera.

 

Por último, y para calentar motores, vale la pena una visita a la cervecería Wendlandt – sí, Baja California también es líder en producción de cerveza artesanal –, premio a la Mejor Cerveza Artesanal de México.

 

La última y nos vamos

“El Valle de Guadalupe”. Pocos lugares merecen tanto la fama en México como este encantador valle que envuelve mucho más que vino; aquí se respira el ambiente de artistas, chefs y creadores que han hecho de este lugar su hogar.

VALLE DE GUADALUPE
Foto: Especial

 

El valle es para degustarlo como una copa de vino, sin prisas, para brincar de una bodega a la otra, disfrutando de la exquisita gastronomía de la Baja Med. No será raro encontrarse con algún concierto en los foros de las cavas o con la visita de alguna celebridad.

 

Las bodegas imperdibles son L.A. Cetto, Monte Xianic, Baron Balche, Las Nubes, Adobe Guadalupe o Santo Tomás.

 

Algunos restaurantes muy recomendables son Decjman´s, Malva, La Esperanza, Fuego, Finca Altozano o el Food Truck dentro de Adobe Guadalupe.

 

Hoteles únicos están el Endémico, Cuatro Cuartos, Finca la Divina o el hotel Boutique Valle de Guadalupe.