Parece que finalmente se concretará el nuevo TUCOM (Todos Unidos Contra Mancera), encabezado por los gobernadores de Morelos, Graco Ramírez, y de Michoacán, Silvano Aureoles.

 

No es un secreto que en las reuniones recientes de gobernadores, Ramírez y Aureoles se han reunido, junto con el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, para analizar el futuro del PRD rumbo a la elección presidencial.

 

A esas reuniones no ha sido invitado Miguel Ángel Mancera; los encuentros han pretendido ser privados, pero invariablemente el equipo de alguno de los dos perredistas filtra el lugar del encuentro a algunos medios amigos.

 

La idea es simple: exhibir que no quieren a Mancera.

 

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México es, sin ser perredista, hasta ahora la mejor carta que tiene el partido del Sol Azteca para enfrentar la contienda presidencial.

 

El propio Mancera ha deslizado la posibilidad de competir por la Presidencia del país bajo la bandera del PRD o incluso con una candidatura ciudadana.

 

El jefe de Gobierno deberá rendir en septiembre su penúltimo informe de actividades y un mes después tendría que estar dejando la Jefatura para poder cumplir con la ley y estar en posibilidades de competir por la candidatura presidencial.

 

Aureoles anunció ayer que también contempla dejar el Gobierno de Michoacán en octubre próximo para pelear la candidatura perredista.

 

Graco Ramírez no ha dicho que dejará el gobierno aunque sí manifestó su intención de disputar la candidatura presidencial perredista.

 

El caso de Carlos Joaquín, que llegó al Gobierno de Quintana Roo favorecido por la alianza PAN-PRD, está lejos de estos juegos de poder; se le ve más cercano al panismo que al perredismo, pero indudablemente su opinión tiene un peso específico.

 

Aunque no es perredista, Mancera tiene el control del partido; es innegable.

 

Ahora deberá maniobrar y tejer fino si no quiere que el nuevo TUCOM perredista lo descarrile.

 

Al gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca le están creciendo los enanos.

 

Pese a todo el apoyo federal que ha recibido, los niveles de delincuencia siguen colocando a la entidad como una de las más peligrosas del país.

 

Los hechos recientes en el penal de Ciudad Victoria, que costaron la vida a cuatro policías y tres reos, después de un tiroteo de ¡27 horas!, dibujan de cuerpo entero el desastre en materia de seguridad que vive el estado.

 

El gobernador hizo en abril pasado un llamado a los presidentes municipales para que hagan su trabajo en materia de seguridad, pero parece que no le hacen caso.

 

A propósito de la información publicada ayer aquí sobre las amenazas que recibió una reportera local de parte del encargado de despacho de la Dirección de Seguridad Pública Municipal del Ayuntamiento de San Luis Potosí, Gerardo Zapata, vocero del municipio, informó que ayer mismo el funcionario se disculpó con la reportera.

 

“Ayer Saúl Rodríguez se reunió con la reportera para aclarar el malentendido que hubo; él se disculpó y quedó arreglado el asunto que nunca fue agresión ni nada por el estilo’’, precisó.

 

Bien.

 

aarl