BRUSELAS. La Corte Permanente de Arbitraje de La Haya (CPA) concluyó que Pekín no tiene derechos históricos en muchas de las áreas del mar de China Meridional y que con la construcción de islotes artificiales en la zona, China ha agravado la disputa territorial con Filipinas.

 

La Corte dio así la razón a Manila, que en enero de 2013 denunció ante ese tribunal a Pekín por haber empezado a ocupar áreas del mar de China Meridional que Filipinas considera parte de su zona económica exclusiva.

 

“No hay base legal para que China reclame derechos históricos sobre los recursos” en las áreas comprendidas en la “línea de los nueve puntos”, determinó el tribunal, que considera que Pekín ha ido más allá de los derechos reconocidos en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho Marítimo.

 

China siempre ha argumentado que la práctica totalidad del mar de China Meridional le han pertenecido históricamente y ha abogado por que las disputas sean resueltas directamente entre las partes.

 

Pekín calificó el fallo de “naturalmente nulo y no vinculante” y aseguró que el país “ni lo acepta ni lo reconoce”.

 

La zona de la disputa entre Filipinas y China incluye parte de las islas Spratly, un grupo de más de 750 arrecifes, islotes, atolones y cayos cuya soberanía también reclaman total o parcialmente Brunei, Malasia, Taiwán y Vietnam.

 

La Corte concluyó además que China ha violado la soberanía de Filipinas en la zona económica exclusiva que se extiende hasta 200 millas náuticas en torno a las islas.

 

En los últimos años los problemas por la disputa territorial en el mar de China Meridional han aumentado por culpa de altercados, acusaciones cruzadas entre los gobiernos reclamantes y una mayor presencia militar china en la zona, en la que ha construido islotes artificiales, una pista de aviación, una base de helicópteros y un sistema de misiles tierra-aire, entre otros.

Zona de pesca en disputa

 

El mar de China Meridional, un foco de sobreexplotación y pesca ilegal, se extiende por 3,5 millones de kilómetros cuadrados, de los que 1.5 millones forman parte de la cuenca y los otros 2 millones son zonas con menos de 500 metros de profundidad.