BOSTON. La 118ava edición de la  Maratón de Boston dio inicio esta mañana entre fuertes medidas de seguridad a un año de los atentados que cobraron la vida a tres personas y dejaron heridas a más de 260.

 

Unas 36 mil personas se inscribieron a la maratón, la segunda mayor cifra en su historia. Muchos de los corredores deseaban demostrar su apoyo al evento y a la ciudad, que quedó impactada por el ataque a su evento deportivo insignia.

 

Los maratonistas comenzaron a llegar el lunes a una nueva edición del certamen en el centro de Hopkinton, desde muy temprano.

 

Autoridades estatales y locales esperan que el lunes sea un día seguro pero disfrutable para los corredores, así como para los miles de espectadores.

 

Un año después de que un par de bombas de fabricación casera causaran la muerte de tres personas y heridas a otras 260, el maratón regresa a las calles de Boston con restricciones para llevar maletas cerca de la meta este año y habrá revisiones a éstas.

 

Los maratonistas usan bolsas de plástico transparentes para sus pertenencias y quienes deseen darles ánimos en la línea de meta deberán dejar cochecitos para niño y mochilas atrás.

 

Un autobús que traslada a los maratonistas tenía las palabras “Boston fuerte” en el anuncio electrónico del frente donde por lo general siempre aparece el destino del camión. Un cartel colocado en un edificio comercial de Hopkinton decía: “Eres Boston fuerte. Te ganaste esto”.

 

Se han instalado más de 100 cámaras a lo largo de la ruta de la carrera en Boston y se colocaron 50 o más “puntos de observación” cerca de la línea de meta.

 

El gobernador de Massachusetts Deval Patrick dijo en el programa “Face the Nation” que la cadena CBS transmite los domingos que las autoridades no quieren convertir la ruta de 42,125 kilómetros (26,2 millas) de Hopkinton a Boston en una zona militarizada. (Agencias)