Uber y Cabiby rechazan que el servicio que ofrecen compita con el de los taxis, más bien buscan ser un complemento. Para ello negocian con el gobierno del DF un marco regulatorio que evite enfrentamientos con los modelos tradicionales de transporte y atienda las necesidades propias de este nuevo esquema de movilidad, como ha ocurrido en otras ciudades del mundo.

 

Voceros de ambas empresas confirmaron que llevan a cabo trabajos con las autoridades locales, los cuales iniciaron tras las protestas de taxistas en la capital del país, aunque declinaron dar detalles para no entorpecer los avances.

 

Las negociaciones iniciaron ante las protestas por parte de taxistas que al principio se limitaban a ahuyentar a los choferes de Uber que se acercaban a recoger clientes en Polanco y Santa Fe, para después dar a paso a acciones como rayar y dañar los vehículos, pero que el pasado 20 de marzo escalaron cuando seis taxistas atacaron a batazos una unidad de Uber que transportaba al conductor y dos pasajeros.

 

“Eso que se vio en la Roma era de esperarse y se va a poner peor, si el GDF no detiene el apoyo a los piratas, les vamos a armar una fiesta, nos vamos a salir a manifestar, vamos a bloquear las calles”, señaló Guillermo Ruiz Hernández, líder de la Asociación de Taxistas de la Base de Juanacatlán, que tiene agremiados 160 vehículos.

 

Para los taxistas en la capital del país este modelo de transporte representa una competencia desleal, pues –argumentan- ni los choferes ni los vehículos están obligados a pagar revista vehicular, licencia y seguro especial y tampoco requieren una concesión para operar.

 

Consultada al respecto, el área de Comunicación Social de la Secretaría de Movilidad (encargada de regular el transporte en el DF) rechazó hacer comentario alguno sobre el tema debido a la veda electoral.

 

Por su parte, Rocío Paniagua, gerente de Comunicación de Uber para México y América Latina consideró que este nuevo marco regulatorio deberá considerar el modelo de negocios y las características particulares de cada ciudad donde opere la empresa que tras su llegada al país en 2013 ya tiene cobertura en el Distrito Federal, Monterrey, Tijuana y Guadalajara y planea este año llegará a Puebla y Querétaro.

 

“No competimos contra los taxis. Después de operar en más de 300 ciudades del mundo, los taxis no han dejado de existir. Lo que estamos haciendo es ampliar el sistema de transporte y dando más opciones, pero no les estamos quitando el negocio, sólo lo complementamos.”, señaló en entrevista.

 

“La regulación es necesaria (…) Estamos trabajando con las autoridades, enseñándoles y apoyándolos con todos los ejemplos que tenemos en el resto del mundo para que en México se cree una regulación que ponga al usuario y al chofer al centro de la conversación”.

 

Por parte de Cabify, la empresa española que llegó a México en 2012, el CEO en México, Ricardo Weder opinó que las empresas que operan a través de apps contribuyen a hacer más eficiente la industria del transporte, dándoles la opción a los usuarios para dejar el coche en casa por un servicio de auto con chofer.

 

“El transporte público y privado es una industria que no ha evolucionado en décadas, con las nuevas posibilidades tecnológicas hay una forma de eficientarlo. Somos una empresa legalmente constituida y estamos esperando la regulación del gobierno, estamos buscando la regulación”.

 

Nosotros no competimos con los taxis, nuestra propuesta de valor es muy diferente y está más enfocada a corporativos. Siendo choferes privados con coche, también estamos buscando al sector de la juventud que ya no está buscando comprar un coche, que usa Ecobici y después Cabify. Queremos hacer la industria más grande”.

 

Freno internacional

 

La oposición en la capital del país no es la única. El año pasado 13 ciudades en el mundo limitaron o impusieron alguna prohibición para operar en el caso de la empresa Uber.

 

En Singapur los vehículos operan bajo un esquema de reservación a través de una aplicación, están registrados ante la autoridad local de transporte, autos y los choferes deben contar con licencia especial, y sus tarifas no pueden exceder a las de los taxis tradicionales.

 

En Estados Unidos, ocho estados (entre ellos California, Colorado, Idaho y Nueva York) ya regularon el esquema bajo el esquema de “Acuerdos para la transportación entre particulares”.

 

En Nueva York, la empresa opera con seis bases de servicio en un esquema similar al de los conductores de limusinas: sus choferes operan con licencia de conductor de vehículos de alquiler y los autos así están registrados.

 

California ya reconoce a este tipo de empresas como “compañías de red de transporte” y las define porque utilizan una red digital para conectar a pasajeros con conductores, sus clientes sólo pueden solicitar el servicio a través de la app.

 

El modelo 

 

-Se basa en que una persona tiene un vehículo que pone al servicio de otra que necesita transporte. Las apps los conectan y hacen la transacción.

 

-Los choferes son elegidos después de un extenso protocolo que incluye más de 9 exámenes de habilidad y confianza.

 

Cabify cobra por kilómetro, mientras que la tarifa de Uber depende de la ruta, el tráfico o las condiciones del clima.

 

Ninguna de las empresas acepta pagos en efectivo, el pago es con tarjeta y quien cobra es la empresa.

 

Uber fue fundada en Sillicon Valley en 2009. Llegó a México en 2013. Actualmente opera en DF, Monterrey, Tijuana y Guadalajara; este año llegará a Puebla y Querétaro.

 

-El usuario instala la app, proporciona los datos de su tarjeta de crédito y solicita el servicio de lujo, eligiendo el tipo de vehículo.

 

-La tarifa varía de acuerdo con el tráfico, el clima y otras condiciones.

 

-Al menos 290 mil usuarios tiene en todo el país en DF, Guadalajara, Monterrey y Tijuana. Este año planea llegar a Puebla y Querétaro.

 

Cabify fue fundada en 2011 en Madrid, España. Llegó a México en 2012.

 

-Permite solicitar un auto con chofer. Se enfoca en el servicio corporativo.

 

-Tiene dos esquemas: choferes con su propio auto y de “inversionistas” en el que una sola persona puede aportar una flotilla de vehículos.

 

-Ofrece tarifas fijas por kilómetro (no por tiempo).