Los conflictos sociales en Guerrero han propiciado que el turismo en Acapulco, su principal destino, haya caído a niveles incluso más bajos que los registrados tras el paso simultáneo del huracán Manuel y la tormenta tropical Ingrid, en septiembre de 2013, y que devastaron al estado.

 

Luego del paso de los fenómenos meteorológicos, el gobierno federal implementó medidas que lograron que el puerto alcanzara en menos de un mes una ocupaciones de 90% a 95%, mientras que hoy en día, a casi 85 días de la desaparición de 43 normalistas en Iguala, especialistas prevén una ocupación inferior a 60% en las últimas semanas del año.

 

El presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, Rafael García, apuntó que el sector turístico en Acapulco tiene un panorama incluso peor que el de Los Cabos, destino que fue golpeado por el huracán Odile en septiembre pasado, destino que a la fecha tiene una ocupación por arriba de 80%.

 

“Mientras no se resuelva el conflicto y quede despejada la carretera no se podrá garantizar que el turismo de la zona se incremente”, agregó.

 

En tanto, agentes de viaje calificaron como una “fantasía” los descuentos anunciados la semana pasada por las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT) y de Turismo (Sectur).

 

Las dependencias federales indicaron que durante la temporada vacacional las aerolíneas aplicarían descuentos de entre 40% y 64% en sus tarifas, pero la Asociación Mexicana de Agencias de Viaje (AMAV) denunció que los turistas beneficiados con estas medidas “son pocos”, ya que las aerolíneas aplican dichos descuentos en sólo 20% de sus asientos.