WASHINGTON. En menos de 24 horas el magnate Donald Trump consiguió vía libre. El gobernador de Ohio, John Kasich, se bajó también de la campaña electoral republicana, lo que convierte al multimillonario en el monimado “de facto” republicano a las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Su designación será sólo una formalidad en la convención partidaria de julio.

 

“Vamos por Hillary Clinton. Ella no será una gran presidenta”, afirmó un exultante Trump en Nueva York tras su decisiva victoria en las elecciones primarias del martes en Indiana.

 

Aunque partía como claro favorito, Trump vio el camino hacia la candidatura despejado cuando su principal rival en la contienda republicana, el senador por Texas Ted Cruz, anunció por sorpresa, después de cerrar las urnas en Indiana, que tiraba la toalla.

 

Pese a que la dirección anhelaba una convención abierta, el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, no ha tenido más remedio que claudicar y reconocer que el empresario, que nunca ha ocupado un cargo político, “será el probable nominado”.

 

Once meses después de lanzar su campaña, que los expertos consideraron una broma y un acto de vanidad de un magnate condenado a ser flor de un día, Trump toca casi con las manos la nominación para competir en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

 

En una entrevista con la cadena MSNBC, el multimillonario aseguró que intentará unificar a su partido, reveló que baraja varios nombres de candidatos a vicepresidente y anticipó que será “una persona con experiencia política”.

 

Trump precisó que integrará al comité para elegir a su compañero de candidatura al neurocirujano retirado Ben Carson, uno de los 16 aspirantes que, como fichas de dominó, cayeron en la pugna presidencial republicana ante el empuje del magnate.

 

Con el punto de mira ya en Hillary Clinton, Trump atacó a la aspirante favorita a la nominación presidencial demócrata, que salió derrotada en Indiana frente a su adversario, el senador por Vermont Bernie Sanders, pero conserva una amplia ventaja en la competición.

 

“No debería ni poder presentarse a las elecciones”, aseguró el empresario neoyorquino, al criticar el escándalo del uso de un servidor privado para comunicaciones sensibles cuando la ex primera dama ejercía de secretaria de Estado (2009-2013).

 

Si las elecciones presidenciales “ya han empezado de alguna manera”, como sugirió Trump este martes, el multimillonario tiene por delante una dura montaña que escalar para batir a Clinton, a tenor de una encuesta de intención de voto publicada por la CNN.

 

Todo apunta a que Estados Unidos vivirá una reñida batalla por la Casa Blanca y, vistos los ánimos de ambos contendientes, el comentarista político del diario The Washington Post Chris Cillizza dio un consejo a los ciudadanos del país.

 

“Prepárense -escribió Cillizza- para la carrera presidencial más desagradable que ustedes hayan visto jamás”.

 

54% apoya a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton según una encuesta de CNN

 

41% se decanta por el magnate

 

Saboreando el triunfo. Donald Trump, en un acto de campaña el 2 mayo pasado, en el Centro Century de South Bend, Indiana.