El Presidente estadounidense inició el desmantelamiento de las medidas de lucha contra el calentamiento climático implementadas por su predecesor Barack Obama, con la confesa intención de fomentar las energías fósiles en nombre de la generación de empleo.

 

 

En una secuencia cargada de símbolos, Donald Trump, que ha puesto en duda sin tapujos la realidad del cambio climático, visitó la sede de la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA), ubicada a poca distancia de la Casa Blanca, para firmar el “Decreto sobre la Independencia Energética”.

 

 
En un breve discurso antes de firmar la orden, Donald Trump proclamó el inicio de una “nueva era” para la producción de energía en EU y la eliminación de la “intrusión” gubernamental en el sector.

 

 

Trump declaró, asimismo, que la “guerra al carbón” ha terminado, al prometer la cancelación de regulaciones del Gobierno federal que, a su juicio, están “matando empleos” y anticipar una “nueva revolución energética”, centrada en fomentar la producción nacional.

 

 

El decreto no menciona el Acuerdo de París sobre el cambio climático que establece en el marco de las Naciones Unidas medidas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y que entró en vigor a finales de 2016.

 

 

Durante la campaña electoral, Trump prometió sacar a EU del Acuerdo de París y llegó a decir que la amenaza del cambio climático era un “invento” de China. Agencias

 

 

 

Qué dice la ley

 

 
La orden pide revisar y reescribir las directrices del Plan de Energía Limpia de Obama, lanzado en 2015 con la meta de que Estados Unidos reduzca para 2030 en 32% las emisiones de carbono de las centrales eléctricas con respecto a los niveles de 2005.

 

 
Elimina el gasto en todas las investigaciones e iniciativas relacionadas con el cambio climático. Además, elimina 600 millones en subsidios estatales para investigación.

 

 
Recorte al EPA

 

 
31% menos de fondos para la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, tendrá un impacto considerables en las políticas que ese organismo ha venido implementando en la última década para hacer frente al cambio climático

 

 
2,600 millones menos de su presupuesto actual (de $8,200 millones)

 

 
3,200 puestos de trabajo menos, 1/5 cerca de los 15,000 funcionarios que hacen ciencia y ayudan en la conservación y generación de normativa para proteger el agua, aire y las especies de animales y plantas del país.