WASHINGTON. La carrera por elegir al sucesor de Barack Obama se despejó en una decisiva jornada electoral. El magnate Donald Trump arrasó en Indiana y dio un golpe devastador a quien había sido su gran rival y la única alternativa real: Ted Cruz, el senador ultraconservador que sorprendió al anunciar que se retira de la competencia y deja el camino libre al multimillonario para ser el candidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano.

 

El presidente del Comité Nacional Republicano de EU, Reince Priebus, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter en el que reconoció que Trump es el “probable nominado” para ser candidato a presidente tras la renuncia de Ted Cruz y pidió unidad a los conservadores.

 

La renuncia de Cruz significa que los únicos dos aspirantes que quedan en la contienda republicana son el propio Trump y el gobernador de Ohio, John Kasich, quien tan sólo ha ganado en un estado (el suyo) y quien prácticamente no tiene ninguna opción de arrebatarle la candidatura al magnate.

 

Tras su victoria en Indiana, Trump está a menos de 200 delegados de lograr la nominación de forma matemática cuando todavía faltan por votar estados tan populosos como California y Nueva Jersey, y evitar así llegar a la convención republicana de julio sin los delegados suficientes, lo que daría pie a una convención disputada.

 

En la interna demócrata, el senador Bernie Sanders se impuso a Hillary Clinton en las primarias de ese estado. La victoria del senador, autoproclamado socialista democrático, en Indiana no tendrá una gran repercusión en la carrera de delegados que deben votar por cada aspirante en la convención del partido en julio, ya que los demócratas los reparten siempre de forma proporcional y la victoria de Sanders fue por un margen no muy amplio.

 

Aun así, que éste haya sido capaz de ganar en Indiana sí supone un balón de oxígeno para su campaña, a la que muchos daban ya por muerta, de cara a las próximas citas electorales de Virginia Occidental, Kentucky, Oregón y, muy especialmente, California, el estado más poblado del país