NACIONES UNIDAS.- En su primer discurso en la ONU, el Presidente de EU, Donald Trump, reclamó ayer reformar a la organización, la cual considera que no avanza debido a su burocracia, pero respaldó la estrategia en ese ámbito del secretario general, António Guterres.

 

Lejos de las críticas que lanzaba hace solo unos meses, cuando se refería a la ONU como un “club” de gente que se reúne para “pasárselo bien”, Trump optó ayer por la diplomacia y destacó la importancia del organismo y sus “nobles objetivos”.

 

Lo hizo en una reunión organizada por su país para discutir las reformas en la organización, una prioridad para la actual Administración estadounidense.

 

En un breve discurso, Trump insistió en que es necesario impulsar cambios en el funcionamiento de Naciones Unidas, pero se mostró convencido de que, de la mano de Guterres, se va ya en la buena dirección.

 

EU ha amenazado en los últimos meses con importantes recortes de los fondos que aporta a Naciones Unidas, donde es el mayor contribuyente, y Trump insistió ayer en que ningún país debe asumir una “carga desproporcionada”.

 

Sin embargo, frente a las duras críticas del pasado, el mandatario se limitó a señalar que, en años recientes, la ONU “no ha alcanzado su pleno potencial a causa de burocracia y mala gestión”.

 

En ese sentido, destacó que los aumentos de presupuesto y personal que se han visto desde el año 2000 no han ofrecido “los resultados” que deberían esperarse de esa inversión.

 

“Pero sé que, bajo el secretario general, eso está cambiando y está cambiando rápidamente”, añadió.

 

Guterres, que llegó al cargo el pasado enero, ha situado la reforma de la organización entre sus prioridades y hoy insistió en que quiere una ONU “ágil y efectiva, flexible y eficiente”.

 

“Estamos haciendo progresos hacia un audaz y amplio programa de reformas para fortalecer Naciones Unidas”, agregó Guterres durante el acto, el primero en la semana de alto nivel de la Asamblea General.

 

Gutierres ha tratado de mantener una relación cordial con la Casa Blanca, pero que también ha deslizado algunas críticas hacia sus políticas.

 

La reunión duró apenas 20 minutos y se limitó a los discursos de Trump y el portugués y a unas breves palabras por parte de la embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Haley.

 

De ella salió una declaración impulsada por EU respaldando la agenda de reformas de Guterres, que ha sido firmada por al menos 128 países, según dijo Haley.

 

A su salida, Trump dijo a los periodistas que su principal mensaje para estos días es “hacer a la ONU grande”, jugando con su conocido lema electoral.

 

El presidente estadounidense ofrecerá hoy un esperado discurso ante los líderes mundiales en la jornada inaugural de la Asamblea General, un momento en el que se espera que aproveche para delinear su estrategia internacional y para abordar asuntos de actualidad como la crisis con Corea del Norte.

 

caem