El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dará continuación a las deportaciones de migrantes ilegales, tal como lo ha hecho Barack Obama, aseveró José María Ramos, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef).

 

Durante el seminario Implicaciones sociales de las propuestas de política de migración bilateral en el desarrollo local en México, Ramos comentó que uno de los primeros pasos que debe dar el Gobierno federal es fortalecer el área jurídica de la Cancillería para monitorear los casos de violación a los derechos humanos y civiles de los migrantes mexicanos.

 

Indicó que, en el corto plazo Estados Unidos,  puede expulsar de 90 a 150 mil personas en los próximos años.

 

“Entonces, de esta población tendríamos cuando menos de 15 a 20% que serían mujeres, con familia, y al ser expulsadas se generan problemas de desintegración familiar”, expuso el también investigador.

 

Resaltó que esta situación amerita una atención muy puntual por las instancias gubernamentales y de la sociedad civil de Estados Unidos y México.

 

“En segundo lugar, lo que hemos visto los últimos años es que cerca de 30% de los migrantes que son deportados, estos se quedan en las ciudades fronterizas; otro 30% trata de ingresar a Estados Unidos, y de alguna manera lo logra, y el 40% regresa a sus lugares de origen; esto significa que los impactos son de distinta naturaleza”, manifestó.

 

Alianza México-Austin

 

Por otra parte, como parte de la estrategia de la Secretaría de Relaciones Exteriores para reforzar el diálogo político con actores relevantes de Estados Unidos, la canciller Claudia Ruiz Massieu recibió en las oficinas de la dependencia al alcalde de Austin, Texas, Steve Adler.

 

La Cancillería señaló que alrededor de 400 mil personas de origen mexicano radican en esa ciudad, representando 31% del total de la población.

 

Frase

 

“No esperamos un número masivo de expulsiones, cuando menos en los próximos  seis meses”

 

José María Ramos

Investigador del Colef