Que Canadá no es México fue lo que el presidente Donald Trump, quiso dejar en claroen su primer encuentro cara a cara con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en la Casa Blanca. En la que fue la primera reunión bilateral entre los dos países, Trump aseguró que “vamos a tener una relación estupenda con Canadá” y destacó que el comercio con su vecino del norte es “espectacular” y que únicamente lo “retocará”, en referencia a su promesa de campaña y como Presidente de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, más conocido por sus siglas en inglés, Nafta, que comparten con México desde hace más de 20 años.

 

 
Trump hizo hincapié en que, a diferencia de Canadá, en la frontera sur con México se da una situación “mucho más grave”, con un comercio que, argumentó “no ha sido justo” para Estados Unidos.

 

 
“Vamos a trabajar con México, vamos a hacer que sea un trato justo para ambas partes. Creo que vamos a llevarnos muy bien con México”, añadió Trump, quien subrayó que se encargará de que “todo el mundo esté contento”.
Trudeau enfatizó durante la conferencia de prensa que “millones de buenos empleos de clase media en ambos lados de la frontera dependen” de esa relación comercial.

 

 
Haciendo gala de su usual diplomacia, Trudeau se cuidó de no mencionar directamente las resistidas medidas que tomó su par estadunidense desde que asumió y quiso dejar claro que no va a dar “lecciones” a Trump sobre políticas de inmigración y seguridad, pero a la vez remarcó que Canadá mantendrá su espíritu de “apertura hacia los refugiados”.

 

 
El primer ministro destacó que Canadá ha recibido a más de 40 mIL refugiados de la guerra civil siria sin comprometer la seguridad nacional, lo que contrasta con la reciente orden migratoria de Trump.

 

 

 
Sin embargo, Trump no dudó en ratificar su política migratoria, que ya comenzó a concentrarse con un aumento de las deportaciones en todo el país, según denunciaron organizaciones civiles, y con el intento, frustrado por ahora por la Justicia, de vetar el ingreso de cientos de miles de musulmanes. Al justificar de nuevo esa medida dijo que no va a “dejar que entren las personas equivocadas” a Estados Unidos.

 

 
Trump aseguró incluso que está siendo “alabado” por su postura en inmigración y que va a hacer una revaluación de la política de asilo que, a su juicio, va “a hacer a la gente muy feliz”.

 

 

 
Trudeau por su parte reconoció, no obstante, que las relaciones bilaterales son “bastante complejas” y que no siempre va a estar de acuerdo en todo con Trump.

 

 

Pero “no lo duden”, Canadá y Estados Unidos “siempre seguirán siendo los socios más esenciales uno para el otro”, apuntó a continuación.

 

 

 

Como resultado de las reuniones celebradas, los mandatarios participaron en una mesa redonda con líderes empresariales y emprendedoras. Y, a pesar de los comentarios ofensivos de Trump hacia las mujeres -principalmente durante su campaña presidencial-, uno de los anuncios más importantes fue la creación de un comité bilateral que aborde los desafíos de las mujeres en el ámbito laboral y la manera en que podrían aumentar su participación en la economía.