WASHINGTON. El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó hoy revisar la apelación del salvadoreño Gilmar Guevara, condenado a muerte en Texas por el asesinato de dos trabajadores de una tienda en 2000.

 

La máxima instancia judicial estadunidense no ofreció ninguna explicación sobre su decisión respecto a Guevara, quien alega que su juicio en 2001 no contó con las garantías necesarias y que padece una discapacidad mental que le debería salvar de la pena de muerte.

 

La solicitud de Guevara, que fue respaldada por el Gobierno de El Salvador en un escrito “amicus curiae” remitido al Supremo en enero pasado, buscaba que éste se pronunciase sobre la decisión tomada en agosto de 2014 por un tribunal inferior, la Corte de Apelaciones federal del Quinto Circuito.

 

Ese tribunal rechazó una solicitud de Guevara para que se le permitiera apelar contra la sentencia que llevó a que fuera condenado a muerte en 2001, al considerar que no había pruebas concluyentes de que su juicio hubiera sido deficiente.

 

Además, la Corte de Apelaciones concluyó que el historial del juicio “mostró pruebas de las capacidades intelectuales de Guevara, su desempeño en el trabajo y una ausencia de limitaciones a la hora de adaptarse” a su entorno, a pesar de que la defensa del reo salvadoreño argumenta que padece discapacidad mental.

 

La ejecución de Guevara, de 45 años, no está programada para los próximos meses, según el Departamento de Justicia Criminal de Texas, y, de acuerdo con la base de datos que elabora la organización Centro de Información sobre la Pena de Muerte, por el momento no se espera que se produzca ni este año ni el próximo.

 

Guevara fue condenado por asesinar a tiros al guatemalteco Gerardo Yaxon y el surcoreano Tae Youk, ambos dependientes de un pequeño supermercado de Houston, durante un intento de robo el 2 de junio de 2000.

 

Según un documento de la Corte de Apelaciones federal del Quinto Circuito, Guevara dijo a la policía que la noche de los asesinatos uno de sus amigos le había planteado que fueran a “conseguir dinero” a esa tienda, y una vez allí, el salvadoreño disparó a los dos empleados después de que uno de ellos le golpeara.

 

Guevara y sus amigos no robaron nada de la tienda, de acuerdo con el tribunal, pero unas horas después el salvadoreño mató a un guardia de seguridad, Freddy Marroquin, presuntamente para robarle el arma.  DM