CLEVELAND.  El senador de Texas, Ted Cruz, aseguró que escuchará el discurso de Donald Trump en la Convención Nacional Republicana pero se mantendrá firme en su posición y rechazó apoyar la candidatura presidencial por los ataques de su campaña contra su esposa Heidi y su padre Rafael Cruz, en un nuevo indicativo de las divisiones en el Partido Republicano.

 

“No estoy en el hábito de apoyar a la gente que ataca a mi esposa y ataca a mi padre”, dijo entre aplausos de sus partidarios en la delegación republicana de Texas.

 

Cruz, quien rivalizó con Trump en las elecciones primarias, en ocasiones por cuestiones personales, fue abucheado repetidamente la noche del miércoles durante su discurso en la Convención Nacional Republicana luego que no endosó la candidatura del magnate Trump.

 

El incidente tuvo el efecto de arreciar el debate sobre las fracturas políticas dentro de las filas republicanas, a pesar que la cita conservadora tuvo como propósito buscar la unidad partidista.

 

Ante la polémica, Cruz decidió responder a las preguntas de la delegación de Texas, en un álgido encuentro en el que miembros del público le reclamaron haber roto su juramento de apoyar a quien resultara el nominado presidencial republicano.

 

“Ese no fue un cheque en blanco de que si calumnias y atacas a Heidi, que voy a venir como un perrito faldero a decir: ‘Muchas gracias por embestir a mi esposa y a mi padre’”, respondió Cruz en voz alta ante los delegados.

 

En marzo pasado, Trump colocó en su cuenta personal de Twitter una fotografía desfavorecedora de Heidi Cruz y la comparó con la belleza de su Melania Trump, ex modelo profesional.

 

La negativa de Cruz a apoyar al magnate convirtió el tercer día de la Convención Nacional en un drama. El desafío provocó tensión y abucheos con aires casi de tragedia teatral, la profunda división del partido ante la candidatura presidencial del polémico multimillonario.

 

La intervención de Cruz, de origen cubano, eclipsó por completo el discurso de aceptación del gobernador de Indiana, Mike Pence, como aspirante de Trump a la vicepresidencia, en la que iban a ser su gran noche ante la Convención.

 

Todo empezó, sin embargo, con la cálida ovación que los miles de delgados del partido dedicaron a Cruz cuando subió al escenario del pabellón Quicken Loans, para dirigirse a la concurrencia. Cruz mencionó el nombre del magnate una sola vez, en el segundo párrafo de su alocución: “Felicito a Donald Trump por ganar la nominación la pasada noche”.

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Tras la felicitación, Cruz abordó cuestiones políticas e incluso llegó a valorar una de las polémicas propuestas de Trump, la construcción de un muro en la frontera de EU con México para frenar la inmigración ilegal, sin respaldar al magnate.

 

“Estamos luchando -prosiguió- no sólo por un candidato particular o una campaña, sino porque cada uno de nosotros quiere poder decirle a nuestros hijos y nietos que hicimos lo mejor por su futuro y nuestro país”.

 

Hacia el final del discurso, Cruz instó “a quienes están escuchando, por favor, que no se queden en casa en noviembre”, cuando se celebrarán las elecciones presidenciales en EU.

 

En ese momento, Trump hizo acto de aparición en el auditorio y, saludó a la concurrencia, sonriente, y siguió las palabras del senador tejano.

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“Levántense, hablen y voten con su conciencia, voten a candidatos (…) en los que confíen para defender nuestra libertad y ser fieles a la Constitución”, concluyó Cruz, mientras las cámaras de televisión enfocaban a un cariacontecido Donald Trump.

 

El senador desató de inmediato ruidosos abucheos de muchos delegados, que gritaban “¡Queremos a Trump!”, a lo que Cruzrespondió: “Aprecio el entusiasmo de la delegación de Nueva York”, el estado natal del magnate, que coreaba “¡Apoya a Trump!”.

 

Tanto se tensó el ambiente, que la esposa de Cruz, Heidi, tuvo que ser escoltada fuera del plenario por temor a que se viera comprometida su seguridad.