Hace, por lo menos, cuatro años que la Lotería Nacional para la Asistencia Pública había dejado de ser referente de saqueo y corrupción, luego de que durante los sexenios del PRI y los dos de Acción Nacional fue considerada como la caja chica de políticos y funcionarios, que lo mismo la exprimían para financiar campañas electorales, que para obtener beneficios personales.

 

De hecho, en su más reciente informe sobre la Cuenta Pública 2015, la Auditoría Superior de la Federación encontró que la Lotenal no generó utilidades para apoyar económicamente las actividades a cargo del Ejecutivo federal en el campo de la Asistencia Pública; por el contrario, se le tuvo que inyectar recursos económicos para cubrir su déficit.

 

Ante esta situación, el organismo que dirige Juan Manuel Portal recomendó a la Secretaría de Hacienda, de José Antonio Meade, proponer al presidente Peña desaparecer a ese organismo, instituido desde 1920, pues ya no es sostenible su situación financiera.

 

Por si fuera poco, nos dicen, algo extraño y poco transparente está pasando al interior de la Lotenal, pues tanto diputados, como senadores, miembros de la Función Pública y muchos organismos ciudadanos a favor de la transparencia y el combate a la corrupción mantienen una lupa muy grande en las licitaciones de tecnologías de la información de esta institución.

 

Se habla de contratos multimillonarios que favorecen a empresas desconocidas en la industria, pero con conocidos muy cercanos entre los funcionarios que buscan llevarse el premio mayor, y sin comprar boleto.

 

En el área de tecnología de la información están poniendo en entredicho la transparencia de las licitaciones; se habla de procesos amañados y con un claro tinte de favoritismo hacia sus conocidos.

 

¿Sabrá de estas anomalías Pedro Pablo Treviño, director de la Lotería Nacional?… Si ya tiene la información en su escritorio, debería tomar cartas en el asunto para recomponer estos procesos que podrían significar un cochinero y agregaría una raya más al tigre en los escándalos de corrupción que han envuelto a la presente administración federal…

 

No sería nada bueno que, en el marco del proceso electoral que se avecina en el Estado de México, salieran a relucir temas de esta naturaleza, y menos cuando el PRI ha pretendido colocarse fuera de los reflectores del escándalo público.

 

Juan Zepeda, en la mira 

Sus propios compañeros de partido le han exigido a Juan Zepeda, quien busca la candidatura del PRD al gobierno del Estado de México, que pare el gasto excesivo en la promoción de su imagen… Y es que sólo basta con darse una vuelta por el territorio mexiquense para constatar que no hay calle en la que no aparezca el rostro de don Juan, por lo que ya rebasó, por mucho, el tope de gastos de campaña, que es de seis millones de pesos. ¿De dónde salen los recursos económicos? Muchos voltean a ver a las oficinas de Eruviel Ávila.

 

 

 
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@JuanMDeAnda