Rodolfo Torre Cantú fue asesinado la mañana del 28 de junio de 2010, a cuatro días de la elección para gobernador en Tamaulipas, donde arrasaba en las preferencias electorales.

 

En medio de la zozobra, la Marina y la PGR insinuaron que el crimen había sido cometido por militantes priistas. Con el tiempo, la acusación demostró ser falsa y se puede argumentar que tuvo el propósito político de alterar los procesos electorales.

 

El 25 de octubre de 2010 se publicó en este espacio la descripción del asesinato de Rodolfo Torre Cantú en la última semana de campaña para gobernador en Tamaulipas, ejecutado tres meses antes. En ese entonces, la Marina, que tenía operaciones militares contra el narcotráfico en Tamaulipas, insinuó que detrás del crimen se encontraban priístas. La PGR abrió una línea de investigación y esparció la misma versión. En sintonía, el presidente Felipe Calderón lo repitió al entonces gobernador Eugenio Hernández, y más adelante a su sucesor, el hermano del infortunado candidato, Egidio Torre Cantú.

 

La inducción de esa hipótesis permeó, pese a evidencias que el asesinato había sido cometido por un comando altamente entrenado. La información que se publicó en este espacio hace dos años reveló una emboscada meticulosamente ejecutada, donde participaron al menos ocho vehículos y un mínimo de 16 personas, quienes realizaron el crimen en una operación donde todos estuvieron en movimiento sincronizado durante 3 minutos con 29 segundos, y realizaron la maniobra para detener a los dos vehículos del candidato y su escolta en 13 segundos, y matar a Torre Cantú y cuatro acompañantes.

 

La emboscada se reconstruyó con los videos de seguridad sobre la carretera donde se cometió el asesinato la mañana del 28 de junio, frente al Tecnológico de Tamaulipas, cuando Torre Cantú, que había pasado a despedirse de su padre, como era costumbre cada vez que viajaba, iba rumbo al aeropuerto para tomar un avión a Valle Hermoso, para un cierre de campaña. El candidato iba en un vehículo desprotegido, pues había enviado que su camioneta blindada lo esperara en aquella esa ciudad, donde recientemente habían asesinado a un candidato panista a la alcaldía.

 

Los videos sugieren que el asesinato estuvo planeado para ese día, a partir que la operación para ejecutarlo comenzó una hora antes de la emboscada, el colocarse varios vehículos participantes en sus posiciones. Los videos muestran que al menos cuatro vehículos, se estacionaron en un aparcamiento de tierra delante de un entronque con la carretera donde fue el crimen, y una más aguardó agazapada en una gasolinera.

 

El primer registro de esos minutos finales en la vida de Torre Cantú se da a las 10 horas con 34 minutos y 21 segundos, cuando se ve a los dos vehículos del candidato detrás de una camioneta Van y un Pointer blancos, que participaron en la emboscada, casi frente a la Procuraduría estatal. Al llegar a la intersección, el Pointer iba casi pegado a la defensa trasera del vehículo de los escoltas, y al pasar por la gasolinera, una Suburban se incorporó a la fila, para entrar a la carretera. Un minuto antes de ello, se ve en los videos, los tres vehículos que aguardaban a un costado de la carretera, tomaron su posición. Al pasar las dos camionetas del candidato, arrancaron con fuerza, levantando una polvareda al sumarse al pelotón.

 

Las cámaras marcaban las 10 horas con 37 minutos y 37 segundos cuando todos los autos que participaron en el asesinato estaban en movimiento. Esto revela que el aparcamiento de tierra junto a la carretera es donde se ubicó el comienzo de la zona de la emboscada. De ese lugar al sitio donde lo mataron no hay más de 133 metros, y se estima que la velocidad a la que iban los vehículos era una máxima de 90 a 110 kilómetros por hora. Las cámaras muestran dos vehículos más, uno que se incorpora desde un punto cercano a la caseta de peaje de la carretera, y otro que circula en sentido contrario y a la altura del Tecnológico se da una vuelta en “U” para participar en el ataque. Una de las camionetas del pelotón se adelantó a los vehículos de Torre Cantú y tras obligarlos a reducir la velocidad hasta 60 kilómetros por hora aproximadamente, se amarró y provocó un choque con la camioneta del candidato. Dos vehículos más del pelotón comenzaron a disparar por el costado derecho, y uno más disparó al vehículo de las escoltas desde el lado izquierdo.

 

En ningún video se ve la escena de la ejecución, pero un sobreviviente afirmó que a Torre Cantú lo bajaron del vehículo y lo mataron. Del momento en que están parados todos los automóviles y vuelven a ponerse en movimiento, pasaron 43 segundos. En el asesinato destacó la forma cómo actuaron coreográficamente a alta velocidad ocho vehículos, donde cada uno tuvo un rol: unos dispararon y otros vigilaron y cuidaron la retaguardia. No fue una planeación improvisada. Sabían sus rutinas, la programación de su campaña y, quizás, que ese día no viajaba en un blindado.

 

Su muerte finalmente comenzó a aclararse. Investigaciones de la PGR y la DEA confirmaron que fue Jorge Eduardo Costilla, “El Coss”, jefe del Cártel del Golfo, quien ordenó el crimen porque Torre Cantú no colaboraría con él para el lavando de dinero. Al tiempo, la acusación del gobierno contra los priistas resultó falsa, y se puede argumentar, con el solo propósito de utilizarlo con fines electorales. Eso no tuvo éxito, pero la división que generó dentro del PRI, aún no se resuelve.