Sitiadas. Así amanecieron las calles que rodean el Zócalo y el Centro Histórico de la Ciudad de México. Conforme fue avanzando el sol para alumbrar las calles, fue también como avanzaron los cuerpos de granaderos para resguardar la zona centro e impedir que cualquier manifestante llegara a la Plaza de la Constitución.

 

“¿Y ahora qué hacemos?” Dijo una jovencita sorprendida a su madre, quienes pretendían caminar rumbo a la calle de Madero para comprar joyería. –Si pueden pasar, pero nada más salgan rápido porque hay marcha de estudiantes-, respondió un policía con desgano.

 

El rostro de los policías, federales y capitalinos, refleja cansancio y hartazgo. Ya van más de tres semanas que los uniformados están a sol y a sombra resguardando el zócalo capitalino, primero por el desfile militar, ahora por el mega centro de acopio.

 

Pese al brillo del sol que prevé un caluroso día, el flujo peatonal es menor que en otras ocasiones. Restaurantes, comercios, joyerías, bancos, todo está cerrado o sin gente. Los comercios solos, la clientela no fluye, la derrama económica muerta y la venta escasa.

 

Conforme transcurría la mañana y la tarde, todo sucedía con una aparente normalidad pero con tensa calma.

 

Empleados de varios comercios y establecimientos del Centro afirman que el Gobierno del Distrito Federal no les avisó, ni si quiera como sugerencia, que debían cerrar sus locales por seguridad ante cualquier amenaza o brote de violencia durante la marcha.

 

“Nosotros estamos cerrando por seguridad personal, no tanto por lo que pueda pasar. ¿Y si nos hacen algo? Nadie nos paga”, señaló el mesero de una cantina de la calle de Palma.

 

Muchos comercios, en precaución ante cualquier amenaza, decidieron cerrar. Muy poca gente se atreve a pasear y caminar por el Centro Histórico, son pocas las personas que, por necesidad o por curiosidad, se atreven a pasar por el cerco policiaco.

 

Aunque la gente no comenta nada y no menciona nada, sus rostros lo dicen todo. Es una fecha histórica, como pocas, grabadas en el inconsciente colectivo de los mexicanos: “2 de octubre no se olvida”.

 

DATOS

 

*En la zona del Ángel, Reforma, Eje Central y el comercio del perímetro A y B, por bajar las cortinas de las 11:00 a las 19:00 horas, calculamos pérdidas en 83 millones 105 mil pesos.

*Las pérdidas acumuladas, desde finales de julio, por ventas realizadas ascienden a 517 millones 929 mil pesos.

*Por el plantón, las pérdidas diarias son de 799 mil 342 pesos, para tener un total de mil 317 millones pesos acumulados de estos dos meses.