El número de tomas clandestinas detectadas por Petróleos Mexicanos (Pemex) tuvo un incremento de 84.92% en el primer cuatrimestre de este año, respecto al mismo período del año pasado, ya que de enero a abril de 2016 se registraron mil 871, mientras que en el mismo lapso de 2017 se contabilizaron tres mil 460.
Rubén Salazar, director de Etellekt Consultores, aseguró a 24 HORAS que esta situación se disparó debido al incremento del precio a la gasolina en enero de este año (conocido como el gasolinazo), por lo que un grupo mayor de consumidores optó por acudir al mercado negro, potenciando las actividades delictivas de los llamados huachicoleros.

 

El 1 de enero de 2017, el precio oficial de la gasolina aumentó de forma sensible: la Magna pasó de 13.98 a 15.99 pesos, mientras que la Premium se incrementó de 14.81 a 17.79 pesos y el diésel de 14.63 pesos a 17.05 pesos por litro (en promedio, pues los precios se actualizan diariamente); en cambio, los huachicoleros venden el combustible a ocho pesos en promedio, aunque es de menor calidad que el distribuido por las gasolineras.

 

“No es lo mismo comprar a ocho pesos el litro (de huachicol ) a 17 pesos (la gasolina oficial) y lo mismo el diésel. En Puebla no creció tanto (el robo de tomas clandestinas) pero en Guanajuato fue un crecimiento brutal, de los datos que se tiene, ya  casi posee 700 tomas, viendo esa proyección a diciembre (de este año) podría andar cerca de las dos mil”, expresó Salazar en entrevista con 24 HORAS.

 

Indicó que  ellos prevén que esta situación va a seguir, “la tendencia es muy alta y puede estar motivada por el aumento a los precios, desde que se elevaron los precios en diciembre más o menos 20%, pues el número de tomas pudiera ser una reacción, ya no solamente de bandas delictivas organizadas sino de bandas más pequeñas que le entraron y la gente lo compra; se extendió muchísimo”.

 

Salazar comentó que los grupos criminales que operaban en Puebla se desplazaron a Guanajuato: “se están moviendo de manera en que las van combatiendo, esto es normal, generalmente eso pasa, es lo que le llaman el efecto cucaracha, detienen los delitos en un lugar, pero le hechas el problema a otros”.

 

Recordó que esta situación es un efecto de la política de precios, ya que al tener combustibles caros, se dan las condiciones que propician el adquirir combustible robado.

 

“Frenarlo va a implicar muchísimas cosas, no tanto que bajen los precios, porque vemos muy difícil que eso ocurra, lo que hay que hacer es generar condiciones de desarrollo, oportunidades para esa gente”, expuso el director de Etellekt.

 

aarl