El mariscal de campo de los Patriotas de Nueva Inglaterra, Tom Brady, rompió hoy con el presidente estadunidense Donald Trump, por la ofensiva del mandatario contra los jugadores de la NFL que protestan durante la entonación del Himno Nacional de Estados Unidos.

 

Brady, uno de los contados deportistas prominentes que respaldó a Trump en la pasada campaña presidencial, decidió abandonar su tradicional reticencia a hablar de política y salió dijo a defender a sus compañeros de equipo.

 

“Ciertamente discrepo con lo que dijo (el presidente). Pensé que era simplemente ofensivo. Sólo quiero apoyar a mis compañeros de equipo”, dijo en entrevista con un programa radial.

 

“Creo en lo que creo y creo en unir a la gente y en el respeto y el amor y la confianza. Esos son valores que los padres me inculcaron y así trato de vivir toda la vida”, subrayó Brady.

 

Trump desató una tormenta política este fin de semana cuando emplazó a los propietarios de equipos de la NFL a despedir a los jugadores que realicen protestas simbólicas durante la entonación del Himno Nacional, en especial aquellos que se arrodillan.

 

Aunque Trump no aludió a ningún jugador personalmente, era claro que aludía al afro americano Colin Kaepernick, quien el año pasado siendo mariscal de los 49’s de San Francisco, protestó contra el racismo y el trato a los negros, arrodillándose durante la ceremonia del himno al inicio de los partidos.

 

Otros atletas de la NFL se solidarizaron con su protesta, aunque también fue criticado por fanáticos. Al final de la temporada 2016 se volvió agente libre y no ha vuelto a ser recontratado.

 

La ofensiva presidencial contra los jugadores escaló el fin de semana en su cuenta de Twitter, donde convocó a un boicot nacional contra la NFL.

 

“Si los fanáticos se rehúsan a ir a los juegos hasta que los jugadores dejen de faltarle al respeto, el cambio ocurrirá rápido”, escribió Trump.

 

La estrategia de Trump resultó contraproducente detonó una ola inédita de rechazo dentro de los 28 equipos de la la NFL, incluidos los propietarios de equipos, seis de los cuales habían donado un millón de dólares cada uno a la campaña presidencial de Trump.

 

Durante los juegos dominicales, tanto jugadores como dueños protagonizaron actos sin precedentes de unidad, algunos se enlazaron de brazos, hombro con hombro, y otros se arrodillaron, y tanto jugadores como entrenadores fustigaron a Trump por alentar la división nacional.

 

En el Congreso, legisladores criticaron a Trump por dedicarle 15 tuits al tema de la NFL en los últimos tres días y ninguno a Puerto Rico, a pesar de la devastación causada por el huracán María y que dejó a la isla inundada y sin electricidad.

 

Aunque Trump no aludió al factor racial, la mayoría de los jugadores de la NFL son afroamericanos, como lo son la abrumadora mayoría que protestaron.

 

A pesar de la evidencia del rechazo de la NFL y del apoyo aparente de apenas unos cuantos fans aislados, Trump destacó este lunes a quienes abuchearon a los jugadores durante los juegos del domingo.

 

“Mucha gente abucheó a los jugadores que se arrodillaron ayer (que fue un porcentaje menor del total). Esos son fans que demandan respeto para nuestra bandera”, escribió.

 

aarl