Algo que en años anteriores ha parecido un claroscuro en los programas de repatriación de capitales por las posibles ventajas fiscales del gobierno y la falta de un “anonimato” ha dado la vuelta.

 

El programa de repatriación de capitales promovido por el SAT, del doctor Osvaldo Santín, y coordinado por el administrador general de Recaudación, Lizandro Núñez, está teniendo sus frutos, y de qué manera.

 

Por un lado, una tasa impositiva de 8.0%, comparada con una tasa normal de pago de impuestos del orden de 30-35% genera una ventaja importante para quien decide traer sus inversiones del extranjero. Además, el que dicho proceso pueda realizarse de forma “anónima” permite la confianza del retorno del dinero.

 

Dicho programa estará concluyendo el próximo 19 de octubre. Hasta el momento, se estima que han ingresado entre 16 mil y 16 mil 500 millones de dólares, considerando la entrada que hará la venta y repatriación de capitales de FEMSA al vender 5.24% de su participación que tiene en Heineken y que representa un valor de dos mil 500 millones de euros, que traídos a dólares suman cerca de tres mil millones, y con ello se supera ya el nivel de los 16 mil millones de dólares.

 

Esto significa ingresos superiores a los 10 mil millones de pesos para el erario y contribuir así a un crecimiento constante en la recaudación que desde 2014 ha venido haciendo el SAT.

 

Decisión de la Fed

 

Este día, a las 13:00 horas, sabremos la decisión de política monetaria de la Fed. Es altamente probable que la tasa de interés permanecerá sin cambio en 1.25%. También conoceremos sus proyecciones de crecimiento económico, desempleo e inflación. En la última previsión, estos datos se ubicaron entre 2.1% para el PIB, con una tasa de desempleo de 4.3% y una inflación de 1.6% anual para este 2017.

 

El punto que el mercado está esperando es si dará a conocer el programa de reducción de su balance. Deberá incluir a los bonos del Tesoro y a los bonos respaldados por hipotecas adquiridos en los años de crisis entre 2008 y 2016. Es muy posible que inicie con un retiro mensual de seis mil millones de bonos del Tesoro y de cuatro mil millones de bonos respaldados por hipotecas.

 

Habrá que ver, además, la velocidad con la que buscarán ajustar los niveles de balance a dos mil 500 billones de dólares respecto de los cuatro mil 500 que tiene ahora. Esto significaría un programa donde los retiros vayan aumentando conforme transcurran los siguientes meses a fin de que en tres, cuatro o cinco años se normalice.

 

Hasta ahora, los mercados están a la espera. Sin embargo, vemos en los últimos días un rebote al alza en la curva de bonos del Tesoro. El bono a 10 años tocó

 

mínimo el 8 de septiembre pasado en 2.03% y actualmente opera alrededor de 2.23%; el índice dólar, por su parte, tocó mínimos frente a la canasta de divisas (euro, libra, yen, dólar canadiense, franco suizo, etcétera) en 91 puntos ese mismo día y actualmente se ubica en 91.7 puntos, pero para generar un posible movimiento de mayor fortaleza debería superar los 93 puntos. Las bolsas accionarias, como lo comentamos recientemente, se encuentran operando dentro de nuevos máximos históricos con un potencial de 1 a 4% estimado.

 

Vale la pena considerar que, además de la decisión de política monetaria de la Fed, los mercados están en espera de que en este mes de septiembre se conozca si hay una verdadera reforma fiscal en Estados Unidos que incluya bajas de impuestos a empresas y personas físicas, repatriación de capitales, ajustes en programas gubernamentales junto con un aumento en el gasto de infraestructura y si el Senado logra revocar el Obamacare, donde debe reunir 50 votos, y no tiene margen de error.