Desde que empezó la puesta en escena de Celia, el musical hubo dimes y diretes, ya que los productores de apellido Paz  anteriormente habían hecho la obra ¡Qué rico mambo! y le habían quedado mal a varias actrices; tuvieron problemas con Livia Brito, quien se enfermó y no pudo estar en la obra, y de la que se salvó, pues a Lis Vega le quedaron a deber dinero.

 

Maribel Guardia nunca ha tenido problemas con nadie, pero con los señores Paz hubo conflictos y en repetidas ocasiones ha declarado que no volvería a trabajar con ellos. No se trata de hablar mal, sino de decir la verdad para evitar que otros caigan en sus garras. Mucho se les advirtió que el antecedente no era bueno, pero quisieron creer en Eduardo Paz.

 

Total que se montó Celia, el musical con Aylín Mújica, Laura Zapata, Alfredo Adame y un gran elenco (más de 40 personas en escena) bajo la dirección de Luis Felipe Tovar. Eduardo pidió apoyo a otro inversionista, llamado Omar Shedid, quien no supo en lo que se metió, pues ha perdido más de 700 mil pesos.

 

Finalmente estrenaron en el Centro Cultural y parecía que todo marchaba bien, pero entonces comenzaron los problemas con el vestuario que hizo Gustavo Matta, a quien le fueron pagando en abonos; más adelante surgieron líos con la protagonista, Aylín Mújica, quien al ver que no llegaba su pago anunció que se iría.

 

Finalmente la liquidaron, pero le jugaron chueco y la sacaron, pues sin avisarle contrataron a Gaby Carrillo, quien logró dar un par de funciones.

 

 

Laura Zapata y Alfredo Adame defendían a los Paz, porque hasta ese momento no habían quedado mal y, además, apostaban por el espectáculo porque valía la pena.

 

Eduardo Paz vendió la función en Orizaba y otras ciudades, pero sin avisarle al elenco, según relata Luis Felipe. Recibía los anticipos y luego cancelaba las funciones y los artistas ni enterados, cometiendo un fraude terrible y decepcionando al público hasta que en Orizaba se armó un gran revuelo, porque la empresaria que contrató la obra gastó en publicidad y los empresarios no llevaron al elenco, cuando ya se habían pagado los vuelos y los cuartos de hotel.

 

Hablé con Eduardo Paz y dice que nada es cierto, que la empresaria es tan tonta que se confundió de fechas y que la van a reagendar, pero la empresaria publicó un boletín desacreditando a Eduardo y avisando que procederá legalmente.

 

Luis Felipe Tovar habló con Eduardo para aclarar las cosas y éste lo amenazó de muerte; ante tales ofensas lo publicó en Twitter y sostiene que los pseudo productores estaban quedando mal con la gente y empresarios de provincia, por ello prefiere abandonar el espectáculo.

 

Alfredo también habló con Luis Felipe y acordaron que no pueden dejar las cosas así; ofrecerán una conferencia de prensa para aclarar la situación y deslindarse de los atracos cometidos por los productores.

 

La historia se repite, muchos dicen que era una crónica de una muerte anunciada porque había antecedentes que así lo señalaban, pero es una pena por todos los que integraban el espectáculo y porque no es posible que se generen este tipo de engaños.

 

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.