El fútbol mexicano volvió a mostrar toda la superioridad que posee dentro de la Concacaf a nivel de clubes con el triunfo de visitantes por 1-2 que lograron los Tigres de la UANL ante los Whitecaps de Vancouver en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa de Campeones.

 

Los Tigres, que ya habían ganado el partido de ida en su campo por 2-0, aunque tuvieron que remontar un parcial adverso de 1-0, al final fueron siempre muy superiores al equipo canadiense que milita en la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS), que acabó la eliminatoria con un global perdedor de 1-4.

 

Ahora los Tigres tendrán que definir al nuevo campeón cuando se enfrenten al Pachuca, que la pasada noche eliminó a otro equipo de la MLS, el FC Dallas que perdió con un global de 3-4.

 

Será el segundo año consecutivo que la final de la Liga de Campeones de la Concacaf tenga protagonistas mexicanos, y los Tigres han estado en ambas.

 

El objetivo del los Tigres, actuales campeones de la Liga MX, será esta vez conseguir el título que el año pasado no pudieron alcanzar después de perder en la final por 4-1 ante las Águilas del América.

 

Lo anterior significa que el fútbol mexicano tendrá de nuevo a un equipo que represente a la Concacaf en el próximo Munidal de Clubes, algo que ha conseguido en todas las ediciones menos en las del 2005, cuando lo hizo el Saprissa, de Costa Rica, al vencer en la final a los Pumas de la UNAM, que entrenaba Hugo Sáchez.

 

Cierto que el partido comenzó con cierto dramatismo para el equipo de los Tigres al ver cómo con apenas tres minutos de acción, los Whitecaps se ponían por delante en el marcador con el gol que conseguía el volante de contención Brek Shea.

 

Pero los pupilos que dirige el veterano entrenador Ricardo “Tuca” Ferretti no perdieron el control y poco a poco se fueron haciendo dueños de la posesión del balón y del centro del campo.

 

Pudó llegar el empate antes de irse al descanso, pero lo importante era que no recibían más goles, mientras que todo el desgaste físico lo habían hecho los jugadores del equipo canadiense.

 

Como se esperaba, ese esfuerzo les iba a pasar factura en la segunda parte, mientras que la mayor experiencia y calidad técnica de los jugadores del equipo mexicano les permitió a los 63 minutos de la segunda parte conseguir el gol del empate (1-1) que lograba el delantero francés Andre-Pierre Gignac.

 

Ahí se acabó el partido porque con la ventaja de 2-0 que tenían del partido de ida estaba todo asegurado, pero los Tigres no quisieron dejar ninguna duda ser el mejor equipo en el terreno de juego y en la eliminatoria y a los 84, el delantero Damián Álvarez consiguió el gol del triunfo.

 

JMS